Presidenta anuncia iniciativa para reducir la jornada laboral a 40 horas y garantizar aumento salarial
El debate sobre la reducción de la jornada laboral en México está a punto de entrar en una nueva fase; tras meses de negociaciones entre sindicatos, empresarios y el gobierno federal, la administración de Claudia Sheinbaum prepara una propuesta concreta que podría cambiar las reglas del juego para millones de trabajadores
La presidenta ha confirmado que en noviembre de este año presentará formalmente la iniciativa para establecer la semana laboral de 40 horas, uno de los compromisos centrales de su gobierno. La mandataria aseguró que la propuesta no solo busca la reducción horaria, sino también garantizar el aumento del salario, declarando: "Nuestra idea es que avance 40 horas, pero que siga aumentando el salario".
Esta iniciativa es el resultado de un proceso de meses que incluyó negociaciones tripartitas con representantes sindicales y cámaras empresariales, así como estudios de impacto económico realizados por la Secretaría del Trabajo (STPS) y análisis de modelos internacionales. La estrategia diseñada, que será presentada ante el Congreso por el titular de la STPS, Marath Bolaños López, tiene como objetivo implementar los cambios de forma gradual para permitir que las empresas se adapten sin perjudicar la productividad.
Aunque la reducción de la jornada laboral ha estado en la agenda legislativa desde 2024 sin lograr consenso, la presidenta destacó que esta nueva propuesta se distingue por su proceso de construcción colectiva.
Puntos clave de la negociación
La negociación tripartita se centró en varios aspectos para asegurar una transición equilibrada:
- Protección del poder adquisitivo para los trabajadores.
- Esquemas de transición diferenciados para adaptarse a diversos sectores económicos.
- Disposiciones especiales y apoyo para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES).
El mensaje de la presidenta buscó generar confianza en ambas partes: a los empleados, con la garantía de que no habrá congelación salarial; y a los empleadores, al asegurar que la competitividad no se verá afectada, insistiendo en que el proceso completo se ha realizado bajo "consenso". De aprobarse, analistas políticos prevén que la discusión parlamentaria se extienda hasta 2026, y México se uniría a la tendencia global de países con jornadas laborales reducidas, como Francia, Alemania y Dinamarca.