México aplica aranceles a autos asiáticos: Sheinbaum descarta represalia

El tema de los aranceles comerciales volvió a encender el debate esta semana, pero desde Palacio Nacional aseguran que no se trata de una medida punitiva; la decisión ha generado reacciones encontradas, especialmente entre socios comerciales clave

México aplica aranceles a autos asiáticos: Sheinbaum descarta represalia

Con un anuncio sorpresivo que remeció los mercados, la presidenta Claudia Sheinbaum reveló un plan estratégico para regular las importaciones de vehículos, impactando directamente al gigante asiático. La medida, presentada no en una conferencia matutina, sino en una transmisión en vivo a través de redes sociales, se justificó como una estrategia para proteger la naciente industria automotriz mexicana y no como una acción de confrontación internacional.

Los detalles del plan, que entrará en vigor en tres fases, son:

  • Implementación gradual de aranceles, comenzando con un 10% y aumentando hasta un 50% en el tercer año.
  • Prioridad en la regulación de vehículos ensamblados en China, con un enfoque específico en modelos SUV y camionetas.
  • Exenciones para autopartes y componentes electrónicos esenciales para la producción nacional.

El anuncio llega en un momento crucial para la economía mexicana. Mientras el gobierno impulsa la reactivación industrial, la dependencia de las importaciones chinas es innegable. De acuerdo a datos de la AMIA, en el primer semestre de 2025, más de 150,000 vehículos de origen asiático ingresaron al mercado mexicano. Este movimiento podría afectar la competitividad de algunos modelos, aunque el gobierno asegura que se ha trabajado para mitigar el impacto en los consumidores.

Sheinbaum enfatizó la importancia de mantener un diálogo abierto con China, aunque dejó en claro que la decisión es irrevocable. La publicación oficial de los detalles del plan se espera en las próximas semanas, desencadenando así una cascada de especulaciones y análisis en los sectores económicos y políticos.

La incertidumbre reina en el sector automotriz. Si bien algunas ensambladoras nacionales ven la medida con buenos ojos, se anticipa un aumento significativo en los precios de los vehículos afectados, con posibles repercusiones en el consumo interno. La estrategia del gobierno, audaz y arriesgada, definirá el rumbo de la industria automotriz mexicana en los próximos años, y su impacto se sentirá mucho más allá de las fronteras nacionales.