Sufren invidentes grandes retos; sobretodo en banquetas
Nogales, Sonora. Registros abiertos o sin tapa, zanjas hechas por locatarios o tras alguna reparación, así como tornillos que alguna vez fueron de un anuncio o poste, son parte de los retos que diariamente los ciudadanos nogalenses tenemos que sortear al caminar por las banquetas, acción que sin duda representa un reto aún mayor si se tiene alguna condición de vida diferente. Teresa de Jesús Cota, es una residente de la frontera quien desde los 8 años por un problema de glaucoma, quedó ciega por lo que tiene que hacer su vida sin este sentido, y junto a su madre tienen un humilde puesto de comida en las inmediaciones de la clínica 5 del IMSS. Describió que si bien al ser entregada la avenida Álvaro Obregón se encontraba con todos los equipamientos necesarios para no sufrir ningún problema al desplazarse con su bastón guía, ahora es mucho más difícil, ya que no falta en que esquina se encuentre con un hoyo de algún registro, la presencia de basura o de un puesto ambulante, por lo que con todo cuidado, busca el no caer por esta zona que dice conocer muy bien. “Más que nada son estos los registros, que se vuelan los registros que es lo más peligroso, como yo puedo caminar, donde se que hay registros me hago a la izquierda, si vengo de arriba hacia abajo por la Obregón, si vengo de abajo hacia arriba me hago a la derecha para no caer en los registros”, describió la invidente. Orgullosa de su hija, quien también sufre de esta enfermedad y se encuentra a escasos meses de ingresar a la Unison, Teresa dijo que si pudiera remediar algo de las condiciones de la banquetas dijo que su mayor problema además de las tapas faltantes de registros, es la falta de respeto que algunos ciudadanos demuestran al ver a una persona ciega caminar, ya que no toman en cuenta los espacios que necesitan junto a su bastón guía. “Pues que estuvieran cubiertos los registros, más bien que respetaran, el respetar también la misma gente que no respeta, a personas que miran con bastón, yo puedo caminar, pero una persona en silla de ruedas, no puede caminar por un escalón, tiene que usar forzosamente la rampa”, dijo. Comentó que si bien la situación tanto en el periférico Luis Donaldo Colosio como en la avenida Obregón, no es grave, calificó a la mayoría de las colonias por donde circula, como un problema para todos los ciudadanos con una condición de vida que les impide caminar, ver e inclusive escuchar.