Atacan con drones explosivos la fiscalia en Baja California: Nueva táctica en guerra contra el narcotráfico
La madrugada del miércoles, un zumbido inusual rompió el silencio en las inmediaciones de la Fiscalía Antisecuestros de Tijuana. Minutos después, estallidos secos sacudieron el aire, seguidos por el impacto metálico de proyectiles improvisados contra vehículos oficiales; no eran disparos, ni granadas convencionales: eran "artefactos explosivos arrojados desde drones", según confirmó horas después la fiscal María Elena Andrade
Un ataque sofisticado utilizando drones cargados con explosivos artesanales fue perpetrado contra las instalaciones de la fiscalía especializada en combate al secuestro en una zona estratégica de una ciudad fronteriza de Baja California. Aunque no se reportaron heridos, los dispositivos lanzaron cargas con clavos, balines y fragmentos de metal, diseñadas para maximizar el daño, dejando marcas visibles en las unidades oficiales e indicando una clara intención de intimidación.
Un vocero, identificado como Andrade, confirmó inmediatamente el uso de drones, descartando la posibilidad de tiroteos y subrayando la sofisticación del ataque. La seriedad del incidente llevó al consulado estadounidense en Tijuana a emitir una alerta de seguridad a sus ciudadanos, tras recibir reportes de "explosiones en la zona".
Este evento se inscribe en un patrón de escalada calculada contra las autoridades de Baja California:
- Solo en septiembre, vehículos de la fiscalía en Tijuana y Ensenada fueron blanco de bombas molotov.
- El viernes anterior al ataque, un agente asignado a Playas de Rosarito fue asesinado.
La llegada de esta técnica a Baja California es especialmente preocupante, ya que los llamados "narcodrones" ya cuentan con una "unidad especializada". Según reportes de Insight Crime, el CJNG opera desde 2020 una división dedicada a ataques con estos aparatos, utilizados previamente en estados como Michoacán, Guerrero y Guanajuato. El mensaje es claro: ni las sedes gubernamentales están a salvo de esta nueva táctica en la guerra contra el narcotráfico.
Mientras las autoridades revisan el material de vigilancia, la principal incógnita es la identidad del grupo detrás del ataque y su objetivo específico.