Sheinbaum admite distanciamiento con la DEA durante el gobierno de AMLO

La relación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad siempre ha sido un tema espinoso, pero en los últimos años hubo un capítulo que marcó un antes y un después; durante la mañanera de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó un tema que hasta ahora había quedado en la opacidad: el distanciamiento con la DEA durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador

Sheinbaum admite distanciamiento con la DEA durante el gobierno de AMLO

La tensión entre México y Estados Unidos escaló a niveles inesperados, según fuentes oficiales, tras el reciente anuncio de la DEA sobre el "Proyecto Portero". La presidenta Sheinbaum, en una conferencia de prensa sin precedentes, desmintió categóricamente la existencia de cualquier colaboración con la agencia estadounidense en dicho programa.

"No hay ningún acuerdo secreto, ningún 'Proyecto Portero', ni ninguna operación conjunta con la DEA", afirmó Sheinbaum, mostrando una inusual firmeza en su discurso. La mandataria enfatizó que la cooperación con agencias extranjeras en materia de seguridad debe respetar la soberanía nacional y la legislación mexicana.

El punto crucial de fricción, según la presidenta, se remonta a la controvertida detención del general Salvador Cienfuegos en 2020. "La falta de transparencia y las pruebas insuficientes presentadas en ese caso dañaron profundamente la confianza", explicó, subrayando la necesidad de un nuevo marco de cooperación basado en el respeto mutuo y la transparencia.

Este desmentido público, acompañado de una férrea defensa de la soberanía mexicana, plantea un desafío significativo a la tradicional colaboración binacional en la lucha contra el narcotráfico. Mientras la DEA insiste en la existencia del "Proyecto Portero", el gobierno mexicano se mantiene firme en su postura de rechazar cualquier iniciativa que no se ajuste a sus leyes y procedimientos.

La única excepción a esta postura, según aclaró la presidenta, es un programa limitado de capacitación para un grupo de policías mexicanos en Texas. "Este taller de entrenamiento, estrictamente enfocado en técnicas policiales, no debe ser interpretado como una colaboración en el 'Proyecto Portero' o cualquier programa similar", puntualizó. La declaración deja claro el deseo del gobierno mexicano de mantener el control sobre su estrategia de seguridad interna.

Las implicaciones de esta controversia son de gran alcance. La cooperación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad nacional se encuentra en un punto crítico, con el futuro de la lucha contra el crimen organizado pendiendo de un hilo.