EEUU refuerza presencia militar cerca de Venezuela
El Caribe se tensa como un arco mientras las aguas cercanas a Venezuela se convierten en el escenario de un despliegue militar sin precedentes; tres destructores estadounidenses clase Aegis, equipados con misiles guiados, ya patrullan la zona
Miles de familias venezolanas revisan sus pasaportes, un reflejo de la creciente tensión en el Caribe. El fentanilo sigue cruzando fronteras, y los generales venezolanos calculan riesgos, mientras el tablero geopolítico se vuelve cada vez más complejo. Esto es lo que ha desatado la incertidumbre:
El gobierno de Estados Unidos insiste en que la llegada de tres buques de asalto anfibio con más de 4,000 infantes de marina, prevista para la próxima semana (confirmado por un funcionario de defensa bajo condición de anonimato), es una operación contra el narcotráfico. "Nuestro objetivo es interrumpir las redes de cárteles que operan en la región", declaró el almirante Daryl Caudle desde Virginia. Sin embargo, en Caracas, la respuesta ha sido inmediata: Nicolás Maduro ha llamado a sus simpatizantes a alistarse en milicias voluntarias, aunque las imágenes de centros de reclutamiento semivacíos abundan en redes sociales.
- 4,500 marinos estadounidenses podrían estar operando en la zona para finales de septiembre.
- 0 confirmaciones sobre operaciones terrestres, según analistas consultados.
- 72 horas duró la última jornada de reclutamiento chavista, con resultados opacos.
La oposición venezolana se encuentra dividida entre la esperanza y el escepticismo. María Corina Machado celebró el despliegue militar como "una señal clara contra la dictadura", pero expertos como Christopher Sabatini, del think tank Chatham House, advierten: "Esto es teatro geopolítico. Nadie en el Pentágono planea invadir Venezuela".
Maduro ha encontrado en esta crisis un nuevo enemigo unificador. En su programa televisivo semanal, aseguró que "el 90% de los venezolanos rechaza las amenazas imperialistas", sin presentar evidencia alguna. Más significativo es su cambio de narrativa: ya no habla de "comunistas versus imperialistas", sino de "soberanía contra el narcoterrorismo".
En Nueva York, el embajador Samuel Moncada llevó el caso ante la ONU, acusando a Washington de violar el derecho internacional. Pero la verdadera preocupación del chavismo podría estar en otro lugar: reportes de inteligencia sugieren que al menos 12 oficiales de alto rango han mantenido reuniones clandestinas con diplomáticos estadounidenses en terceros países durante el último mes.
Las redes sociales están inundadas de especulaciones. Cuentas oficialistas difunden memes que muestran a Trump como un conquistador español, mientras que la oposición comparte imágenes satelitales de los buques con la leyenda "La hora cero se acerca". La realidad, probablemente, se encuentre en un punto intermedio: ni invasión inminente, ni simple ejercicio rutinario.
El incremento de la tensión en la región es innegable. La pregunta que permanece en el aire es: ¿qué sucederá después?