La Cumbre de Alaska: ¿Un acercamiento entre Trump y Putin que preocupa a Ucrania?
El aire en Washington se siente pesado esta semana. Mientras los funcionarios corren de una reunión a otra, hay una sensación de urgencia que no se veía desde hace tiempo; todo gira en torno a lo que sucederá en Alaska este viernes, aunque los detalles concretos brillan por su ausencia
La incertidumbre planea sobre la cumbre entre Trump y Putin en Anchorage. Un encuentro improvisado, cargado de incógnitas y con un trasfondo que genera preocupación en Kiev y Bruselas. La Casa Blanca, por su parte, mantiene un silencio estratégico, mientras las especulaciones sobre posibles concesiones a Rusia se intensifican.
Los analistas internacionales observan con creciente inquietud las señales provenientes de Washington. La falta de una estrategia clara, la ausencia de garantías para Ucrania y las declaraciones ambiguas de Trump han sembrado la duda sobre el verdadero objetivo de esta reunión.
El silencio de la administración Trump sobre las preocupaciones de Ucrania es ensordecedor. La omisión de cualquier mención a medidas de seguridad para Kiev, en contraste con los insistentes llamados de Zelenski por un alto al fuego inmediato, es un punto de inflexión preocupante.
- La amenaza latente de cesión territorial: Las insinuaciones de Trump sobre "intercambios de territorios" han generado alarma. Esta posibilidad, prohibida explícitamente por la Constitución ucraniana, representa un riesgo inaceptable para la soberanía del país.
- El cambio de postura estadounidense: La declaración del vicepresidente, anunciando el fin de la financiación militar a Ucrania, ha dejado a Europa con la responsabilidad de seguir apoyando al país invadido. Una decisión que podría tener implicaciones geopolíticas de gran alcance.
- La respuesta de la OTAN: En Bruselas, la OTAN intenta contrarrestar la creciente percepción de una posible capitulación estadounidense. El secretario general, Mark Rutte, ha dejado claro que el futuro geopolítico de Ucrania se decidirá en Kiev, no en Washington.
La falta de preparación para la cumbre es otro factor preocupante. La ausencia de detalles concretos sobre la agenda, el lugar de la reunión, incluso el protocolo a seguir, sugiere una improvisación que contrasta con la importancia del evento. Putin, por su parte, llega con una ventaja significativa, conociendo a la perfección el terreno y las posibles estrategias de negociación.
El temor de Zelenski a que Trump sea "engañado" por Putin no es infundado. La historia reciente, incluyendo las declaraciones de 2022 donde Trump culpó a Ucrania por la invasión, alimenta la desconfianza. La posibilidad de que las motivaciones personales de Trump, como la obtención de un Premio Nobel de la Paz, prevalezcan sobre la estabilidad global, es una amenaza real.
El desenlace de la cumbre en Anchorage podría determinar el futuro inmediato de Ucrania. Las consecuencias de un acuerdo desfavorable podrían ser devastadoras, dejando al país expuesto a las ambiciones de Rusia y a la falta de apoyo de una administración estadounidense que parece priorizar sus propios intereses.