Trump amenaza con mover partidos del Mundial 2026 en Boston, pero la FIFA mantiene el plan

La sombra de la controversia vuelve a extenderse sobre el Mundial 2026, pero esta vez no por decisiones deportivas, sino políticas. En medio de reuniones internacionales, un exmandatario estadounidense lanzó un dardo envenenado hacia la organización del evento, amenazando con reubicar partidos programados en Massachusetts

Trump amenaza con mover partidos del Mundial 2026 en Boston, pero la FIFA mantiene el plan

Donald Trump, durante un encuentro reciente con el presidente argentino Javier Milei, agitó la posibilidad de retirar a Boston la sede de siete partidos del Mundial 2026 previstos en el Gillette Stadium de Foxborough. El expresidente argumentó que una "narrativa de inseguridad" en la ciudad, junto con una supuesta "izquierda radical" en la alcaldía, liderada por Michelle Wu, justificaría una reubicación de los encuentros. Trump no ofreció pruebas concretas para respaldar su afirmación de que áreas de Boston han sido "tomadas" por la delincuencia.

Sin embargo, los hechos y la logística del torneo contradicen directamente esta advertencia. El Gillette Stadium, ubicado a 48 kilómetros de Boston, fue confirmado como sede por la FIFA en 2022 sin objeciones de seguridad. Además, los contratos entre la FIFA y las 16 ciudades anfitrionas son legalmente vinculantes. Realizar cambios logísticos de esta magnitud a solo ocho meses del inicio del torneo implicaría graves problemas operativos y la imposición de multas millonarias.

Trump basó su advertencia en incidentes aislados, como arrestos ocurridos durante una protesta pro-Palestina en Boston Common a inicios de mayo. A pesar de esto, expertos y la propia organización del fútbol global han desestimado su capacidad para influir en las decisiones de la sede. Victor Montagliani, vicepresidente de la FIFA, fue categórico al señalar que la decisión final recae exclusivamente en el organismo rector del fútbol: "Es el torneo de la FIFA, la FIFA toma esas decisiones".

El exmandatario afirmó tener la influencia personal necesaria sobre Gianni Infantino, presidente de la FIFA, para lograr el cambio. No obstante, fuentes cercanas al proceso han descartado esta posibilidad, y el calendario del Mundial permanece inalterado. Ciudades como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, que también albergarán partidos y han sido blanco de críticas similares por parte de Trump, mantienen sus compromisos. Analistas políticos interpretan las declaraciones como una estrategia para inyectarse en los debates sobre seguridad urbana, mientras que la Alcaldía de Boston se ha abstenido de emitir comentarios. El Mundial 2026 avanza conforme a los planes originales, con la FIFA como la única entidad con autoridad sobre las sedes.