Trump celebra victoria mundialista en la Casa Blanca: controversia
El ambiente político y deportivo se mezcló este viernes en un anuncio que podría definir el rumbo del Mundial 2026. Mientras las miradas están puestas en la expansión del torneo a 48 selecciones, un detalle inesperado robó cámara: el trofeo de la Copa del Mundo apareció en la Oficina Oval, desafiando supersticiones y protocolos
Un imponente trofeo dorado, símbolo del próximo Mundial, reposó brevemente en la Casa Blanca. Ante la mirada de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, Donald Trump, con su característico aplomo, lo alzó con una sonrisa. "Un peso considerable," comentó el mandatario, "y un hermoso complemento para mi colección." Infantino, con una leve sonrisa nerviosa, solo atinó a murmurar: "Es un honor, señor Presidente."
La inusual escena antecedió al anuncio oficial: el sorteo de grupos del Mundial se llevará a cabo el 5 de diciembre en el rebautizado "Trump Kennedy Center". La confirmación, realizada en una breve pero tensa reunión, fue seguida por declaraciones que despertaron controversias. Trump, vinculando el evento a su agenda política, prometió un despliegue de seguridad sin precedentes, asegurando que "será un evento impecable, donde la gente podrá disfrutar sin preocupaciones." Sin embargo, sus comentarios sobre el acceso de aficionados dejaron entrever posibles restricciones, generando incertidumbre, especialmente para los miles de fanáticos mexicanos que asistirían desde las sedes en su país.
Claves del anuncio:
- El sorteo definirá los 12 grupos de cuatro equipos cada uno.
- Se jugarán 104 partidos en 16 ciudades de EE.UU., México y Canadá.
- La ceremonia será transmitida globalmente y se espera una audiencia multimillonaria.
El evento, según Infantino, se perfila como un hito histórico. "Una oportunidad única de conectar al mundo a través del deporte," declaró, evitando comentar sobre la controvertida manipulación del trofeo y la inusual presencia de Trump en el centro del anuncio. La decisión de usar el "Trump Kennedy Center" como sede también ha generado debate, sobre todo dado el renovado y fastuoso diseño que, según rumores, ha sido financiado con fondos públicos.
La estrategia de Trump es clara: aprovechar el Mundial para reforzar su imagen global. La pregunta persiste: ¿Será este evento recordado por la emoción del fútbol o por la marca personal, audaz y polémica, de su anfitrión?
