El Sueño Mundialista de Argentina Termina con Subcampeonato, Enfocándose en el Legado
La noche en el Estadio Nacional de Santiago tuvo sabor agridulce para el seleccionado argentino. Después de una campaña impoluta, la Albiceleste Sub20 chocó contra un muro llamado Marruecos, que supo capitalizar cada error y selló el partido antes del medio tiempo
La selección juvenil de Argentina cayó 2-0 ante un contundente Marruecos en la final, poniendo fin a una destacada racha que los llevó a la instancia decisiva después de 18 años. A pesar de la derrota, el entrenador Diego Placente optó por enfocarse en el valioso camino recorrido y la identidad que esta nueva generación logró establecer.
"Los chicos hicieron un torneo increíble, pero no siempre se puede ganar", declaró Placente, aceptando la decepción pero destacando el espíritu del equipo.
La solidez defensiva argentina, que había mantenido un récord invicto de seis victorias consecutivas (ante Cuba, Australia, Italia, Nigeria, México y Colombia), se rompió por los dos únicos goles que el equipo recibió en todo el certamen, anotados por Yassir Zabiri a los 12 y 29 minutos. El propio Placente reconoció la superioridad del rival en el partido decisivo, calificando a Marruecos —equipo que previamente eliminó a potencias como Brasil, España y Francia— como un "justo campeón".
El técnico argentino atribuyó el desenlace a factores emocionales, señalando que "en la final se viven muchas emociones y a veces eso juega en contra", lo que impidió que los ajustes tácticos neutralizaran la fortaleza física y técnica del conjunto africano. Sin embargo, para Placente, el mayor logro no fue el trofeo, sino "el grupo que se armó afuera de la cancha".
Mientras los jóvenes futbolistas recibían las medallas de subcampeones, el estratega miró hacia el futuro, expresando que "se va a extrañar a esta camada" que creció dentro de la selección. A pesar del dolor de la derrota, el equipo juvenil deja un legado de solidez y un nuevo referente para el futuro del fútbol argentino.