PESP aumenta presencia en Hermosillo por incremento de violencia
Ante un repunte de violencia que ha dejado más de 40 homicidios en los últimos dos meses, Hermosillo inicia una reconfiguración de su estrategia de seguridad. José Martínez Lavariega, comisario de la Policía Estatal de Seguridad Pública, anunció un plan que va más allá de aumentar patrullas: se trata de una presencia constante en puntos clave de la ciudad, como esquinas y mercados, para disuadir delitos en su raíz.
En medio de una ola de violencia que ha dejado más de 40 homicidios dolosos en los últimos 60 días, las calles de Hermosillo respiran con más tensión que nunca. Pero esta vez, la respuesta no será solo más patrullas: será una reconfiguración completa de cómo se protege la ciudad. Así lo anunció José Martínez Lavariega, comisario general de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), en una conferencia que no dejó espacio a ambigüedades.
No se trata de poner más uniformes en la calle, sino de cambiar el ritmo. Si antes patrullábamos por bloques, ahora vamos a estar en esquinas, en mercados, en los puntos donde la gente pasa y donde los delitos se planean. No esperamos que la gente nos vea como una fuerza de ocupación, sino como una presencia constante, como un vecino que nunca se va.
El plan, que entra en vigor esta semana, incluye el despliegue de unidades móviles de respuesta rápida en los ocho sectores más afectados —Zona Norte, Colonia Independencia, San Bernardo y los alrededores del Mercado Juárez—, con horarios ajustados a los picos de actividad nocturna. También se reactivará el sistema de vigilancia comunitaria, con vecinos capacitados para reportar sospechosos sin temor a represalias.
La gente ya no cree en los números. Cree en lo que ve. Si todos los días, a las 9 de la noche, hay una patrulla en la esquina de Morelos y 5 de Mayo, eso cambia el ánimo. Eso le dice al que quiere hacer daño: aquí no eres invisible.
Martínez Lavariega reconoció que, aunque el esfuerzo policiaco es clave, la raíz del problema está en otros lugares: el tráfico de armas que cruza la frontera, la falta de oportunidades para los jóvenes, y la desconfianza acumulada hacia las instituciones. Por eso, junto con el aumento del personal —que en las próximas 72 horas crecerá un 80 por ciento—, se lanzará un programa de reinserción laboral para menores en riesgo, en alianza con escuelas técnicas y comerciantes locales.
“No vamos a resolver esto con balas ni con detenciones”, dijo, mirando directamente a la cámara. “Vamos a resolverlo con presencia. Con calma. Con decisión.”
En las últimas semanas, los comerciantes de Hermosillo han organizado guardias voluntarias, y los padres de familia han empezado a llevar a sus hijos a la escuela en grupos. La ciudad no se rinde. Y ahora, la policía dice que camina a su lado.