Nogalenses jóvenes se ubican entre los diez mejores de la Olimpiada Mundial de Robótica
En la frontera, donde el desierto se encuentra con el sueño, construyeron robots… y un mensaje que el mundo escuchó. Séptimos del continente. Pero para Nogales, ya son los primeros. El futuro no espera fronteras. Aquí lo están construyendo, una línea de código a la vez.
El equipo de la Academia Cicsa de Nogales volvió con la cabeza alta y el corazón lleno de orgullo tras conquistar el séptimo lugar en el Campeonato de las Américas de la Olimpiada Mundial de Robótica, celebrado en Panamá. Entre más de 40 naciones, México se posicionó entre los diez mejores del mundo en la categoría Future Engineers, una prueba que no solo exige habilidad técnica, sino también visión, resistencia y esa chispa mexicana que transforma lo imposible en realidad.
“No es solo un puesto en el podio —es una declaración de que aquí, en la frontera, también se construye el futuro”, dijo el maestro y coach Sergio Iván Hernández, con la voz entrecortada por la emoción. “Cada tornillo ajustado, cada línea de código escrita bajo la luz de una lámpara en la noche, cada error corregido a las tres de la madrugada… todo tuvo sentido cuando escuchamos nuestro nombre entre los mejores del continente.”
La categoría Future Engineers de la World Robot Olympiad (WRO) es la más exigente del certamen: equipos deben diseñar vehículos autónomos capaces de resolver problemas reales de movilidad y logística, con sensores, algoritmos y una precisión que no perdona errores. Y este equipo, compuesto por tres jóvenes estudiantes de escuelas públicas —Xiara Alcántar Dórame, Iván Ramón Hernández González y Sergio Amid Hernández González—, lo hizo sin presupuesto de élite, sin laboratorios de lujo, pero con la determinación de quienes saben que su talento no tiene fronteras.
Cada noche que nos quedamos, cada vez que dijimos ‘otra prueba más’, cada abrazo de nuestra mamá que nos mandó con tamales y café antes del viaje… todo eso fue lo que nos llevó hasta aquí. No somos los más ricos, pero sí los más decididos. México no se queda atrás —lo lidera desde la humildad y el esfuerzo.
Este logro no nos pertenece solo a nosotros. Es de los maestros que no se rinden, de los padres que trabajan doble turno para que sus hijos tengan un futuro, de los vecinos que donaron piezas, de los comerciantes que creyeron en nosotros antes de que el mundo nos viera. Y ahora, miramos hacia Estados Unidos. Porque el próximo reto no será más fácil… pero tampoco nos asusta.
El respaldo local fue clave. El presidente municipal Juan Francisco Giménez Nogales, la tesorera Julia Patricia Huerta Rivera, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, y la Asociación de Maquiladoras de Sonora Index Nogales no solo apoyaron económicamente: caminaron con ellos, los visitaron en los talleres, les dieron palabras de aliento cuando el cansancio pesaba más que los sensores.
Este no es un triunfo aislado. El año pasado, también como selección nacional, representaron a México en Italia. Ahora, con la mira puesta en los Estados Unidos, donde se celebrará la próxima edición mundial, el equipo no solo busca repetir —busca elevar el estándar. Porque en Nogales, donde el sol se levanta sobre dos mundos, aprender a construir robots no es un hobby: es una forma de decirle al mundo que aquí, entre el desierto y la frontera, también nacen los ingenieros que cambiarán el futuro.
