Sheinbaum denuncia violencia planeada en protestas y condena actos vandálicos en CDMX

Mientras la ciudad recordaba a las víctimas de Tlatelolco, una sombra de violencia cubrió las calles del Centro Histórico. Grupos encapuchados, identificados como miembros del Bloque Negro, transformaron la conmemoración pacífica en un escenario de disturbios; lanzaron objetos contundentes y bombas molotov contra policías, mientras periodistas intentaban documentar la tensión entre gritos y gases lacrimógenos

Sheinbaum denuncia violencia planeada en protestas y condena actos vandálicos en CDMX

La presidenta Claudia Sheinbaum condenó enérgicamente los actos violentos ocurridos durante recientes manifestaciones, cuestionando la motivación de los grupos encapuchados. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum no solo reprobó los disturbios, sino que deslizó una grave acusación: la violencia fue "planeada" con el objetivo de fabricar la imagen de un gobierno represor, utilizando un guion similar al de 1968.

El saldo de los enfrentamientos incluyó 12 policías heridos y 3 periodistas lesionados. Aunque se detuvo a 5 personas, ninguna fue identificada como líder de los grupos.

La Narrativa de Desestabilización y la Respuesta de Seguridad

La narrativa oficial de la presidenta apunta a una clara estrategia de desestabilización cuyo propósito es la polarización. Sheinbaum elogió la contención de los uniformados, destacando su resistencia "sin caer en provocaciones" frente al operativo que usó barricadas y cordones policiales para evitar una escalada.

Aunque la presidenta omitió mencionar si existía inteligencia previa sobre los encapuchados, delegó la investigación de los hechos a la Fiscalía de la CDMX. Lo que sí dejó claro es que su administración no considera estos hechos como una protesta legítima, sino como vandalismo. La mandataria advirtió que su gobierno no tolerará acciones que busquen generar disturbios bajo la bandera de la manifestación.

Las calles, marcadas por pintas contra el Estado y vidrios rotos, reflejan un debate entre quienes ven en estos actos un resurgimiento de viejos fantasmas y quienes confirman que ciertos grupos buscan el conflicto por encima del diálogo.