El costo de la canasta alimentaria en México supera la inflación general

El último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela una tendencia preocupante: mientras la inflación general en México cerró agosto en 3.6%, el costo de la canasta alimentaria en zonas urbanas superó ese porcentaje con un 4.1% de incremento anual; la brecha entre lo que marca el índice de precios y lo que realmente pagan las familias por comer se está ampliando

El costo de la canasta alimentaria en México supera la inflación general

El aumento de la pobreza en México se revela en los datos más recientes del INEGI, mostrando una preocupante realidad para las familias mexicanas, especialmente en zonas rurales. Casi la mitad de los habitantes rurales (49%) no perciben ingresos suficientes para cubrir la canasta básica, una cifra que contrasta con el 31% de la población urbana en la misma situación. Esta brecha, según los datos, sigue en aumento.

Dos factores principales impulsan esta crisis alimentaria: la carne de res, con un incremento del 18% en su precio durante los últimos doce meses, y el costo de la comida fuera del hogar, que ha subido un 7.6%. Para las familias urbanas, el costo mínimo para adquirir alimentos básicos se sitúa en 2,452 pesos mensuales, según las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI). En el campo, esta cifra se ubica en 1,851 pesos mensuales.

  • Carne molida de res: +16% en zonas rurales
  • Leche pasteurizada: +8.6% en el campo
  • Cuidados personales: +6.3% en áreas urbanas

El impacto se extiende más allá de la alimentación. Para evitar caer en la pobreza por ingresos, un hogar urbano necesita ahora 4,722 pesos mensuales, mientras que en el ámbito rural la cifra asciende a 3,394 pesos. Los rubros de educación y recreación también contribuyen significativamente al problema, registrando un aumento del 5.4% en zonas urbanas y del 5.2% en áreas rurales.

"El aumento en los costos de educación y recreación impacta significativamente el presupuesto familiar, agravando la situación de pobreza en ambas zonas," señala el reporte del Inegi.

Este informe, el primero publicado por el INEGI tras la desaparición del CONEVAL, coincide con el aumento de la pobreza laboral, que afecta al 35.1% de la población según datos del segundo trimestre de 2025. La situación demanda acciones urgentes para mitigar el impacto en la población más vulnerable y reducir la creciente desigualdad entre zonas urbanas y rurales.

El panorama es sombrío, pero la urgencia de implementar políticas públicas efectivas que aborden las causas estructurales de esta crisis socioeconómica es innegable. El futuro de millones de mexicanos depende de ello.