Claudia Sheinbaum: Un año de gestión con cifras récord
El salón de Palacio Nacional quedó en silencio cuando las palabras de la primera mujer en rendir cuentas como presidenta de México resonaron con un peso histórico. Claudia Sheinbaum no llegó con promesas, sino con cifras duras que dibujan un país en transformación
"No voy a traicionar", fue la frase final, un juramento hecho frente a los retratos de Juárez y Madero que ahora vigilan su gestión, resonando como advertencia y promesa al cerrar su discurso en este mes patrio.
Los números que definen el primer año:
- La pobreza se desplomó al 29.5%, su nivel más bajo en cuatro décadas.
- El peso se mantiene estable por debajo de 19 unidades por dólar.
- Los homicidios bajaron un 25% en once meses.
- El abasto de medicamentos en hospitales públicos alcanzó el 90%.
El discurso, pulcro y técnico, no estuvo exento de guiños políticos calculados. La mención de la "oscura noche neoliberal" trazó una línea clara de continuidad con López Obrador, mientras que la llegada de un Poder Judicial electo –no designado– fue celebrada como un símbolo de ruptura con el pasado. "Se terminó la era de los privilegios", declaró Sheinbaum ante las cámaras que enfocaban a los nuevos ministros presentes.
La relación con Estados Unidos fue el capítulo más tenso. La mandataria respondió a los aranceles de Trump con un mensaje bifronte: "Cooperación sí, subordinación no". Anunció la recepción del secretario de Estado Marco Rubio en 48 horas para firmar un acuerdo de seguridad, pero enfatizó que la soberanía es un límite infranqueable: "La soberanía no es negociable".
En economía, los resultados sorprendieron incluso a los analistas más escépticos. Un crecimiento del 1.2% y 36 mil millones en inversión extranjera desmontaron pronósticos apocalípticos. Sin embargo, al hablar de los 32 millones de familias que reciben apoyos sociales, su voz cambió de tono: "Esto no es asistencialismo, es justicia básica".
Los avances en materia de seguridad fueron desiguales. Mientras Zacatecas redujo homicidios en un 75%, otros estados como Baja California apenas alcanzaron el 36%. La reducción de feminicidios, un 34%, dejó un regusto amargo entre colectivos de mujeres que esperaban mayores resultados.
"No vengo con palabras vacías, sino con resultados que cambian vidas", fueron las palabras iniciales, dirigidas a un auditorio diverso, que incluía desde embajadores hasta madres beneficiarias de programas sociales.