Migrantes atrapados: MSF alerta sobre miles en situación crítica
Las calles de Tapachula, Chiapas, guardan silencio; pero no el de la calma, sino el de miles de historias rotas que se esconden entre sus esquinas
Una hondureña de 22 años, víctima de violación por tres hombres armados, resume la crisis humanitaria que enfrentan miles de migrantes en su tránsito por México: “No sé si eran policías o narcos, pero tenían armas largas”. Su testimonio, recogido por Médicos Sin Fronteras (MSF), forma parte de un alarmante informe que revela la magnitud del sufrimiento humano detrás de las estadísticas oficiales de “reducción de cruces ilegales”.
El informe de MSF, titulado 'Rechazados', presentado este martes, desvela datos escalofriantes sobre la situación de los migrantes en su camino hacia Estados Unidos. Se destacan 17,000 consultas de salud mental en 17 meses, con el 75% registradas en territorio mexicano; un incremento dramático de casos de enfermedades crónicas en la Ciudad de México, pasando de 3 a 60 mensuales; y la atención de 4,500 migrantes por violencia extrema, muchos mostrando señales de tortura.
El coordinador general de MSF México, Henry Rodríguez, apunta directamente hacia las políticas implementadas tras el regreso de Trump a la Casa Blanca: “Desde entonces, los discursos de criminalización se convirtieron en políticas concretas. Ahora hasta un niño migrante es visto como una amenaza”. La suspensión de la app CBP-One, según el documento, dejó a 300,000 personas varadas sin rutas legales.
Pero la violencia no se limita a la agresión física. Los equipos médicos de MSF reportan 3,500 casos de supervivientes de violencia sexual, la mayoría en México. Una enfermera de MSF, que prefiere permanecer en el anonimato, describe la situación con crudeza: “Antes veíamos heridas de viaje, ahora tratamos traumas de guerra”. Los relatos de extorsiones por parte de cárteles, trabajos forzados y redadas que terminan en abusos se repiten constantemente.
La estigmatización ha generado lo que MSF denomina “migrantes fantasma”: familias enteras que evitan hospitales por miedo a la deportación, enfermos de tuberculosis que contagian en albergues clandestinos y adolescentes con intentos de suicidio. “Es una bomba de tiempo sanitaria”, advierte Rodríguez.
En la frontera sur, MSF documenta un nuevo patrón siniestro: secuestros exprés donde se exige $5,000 dólares por no entregar a los migrantes a grupos armados. Quienes logran escapar llegan con fracturas, quemaduras y, según los médicos, "una mirada vacía que ya no pregunta por el sueño americano, solo por un lugar donde llorar en paz".
Médicos Sin Fronteras hace un llamado urgente a las autoridades para que aborden esta crisis humanitaria que se agrava día a día, recordando que detrás de las cifras, hay historias de sufrimiento, violencia y desesperación que demandan una respuesta inmediata y humanitaria.