Baja vacunación en México: Expertos alertan sobre resurgencia de enfermedades

El fantasma de enfermedades que se creían controladas en México comienza a asomar de nuevo; la combinación de desabasto de vacunas y el auge de movimientos antivacunas podría desencadenar un escenario que los expertos califican como "peligrosamente evitable"

Baja vacunación en México: Expertos alertan sobre resurgencia de enfermedades

Un panorama desolador se dibuja en el horizonte de la salud pública mexicana. El resurgimiento de enfermedades consideradas erradicadas ha prendido las alarmas, dejando al descubierto una preocupante realidad: la vulnerabilidad de la población ante enfermedades prevenibles.

  • 3,938 casos confirmados de sarampión, con 14 muertes concentradas principalmente en Chihuahua
  • 1,267 infecciones por tos ferina, dejando 60 víctimas mortales
  • Cobertura vacunal por debajo del 80% para segundas dosis

La celeridad con la que se propagan estas enfermedades es alarmante. Expertos advierten sobre la facilidad de contagio del sarampión, capaz de infectar a decenas de personas no inmunizadas en días. La complejidad en el diagnóstico de la tos ferina añade una capa de incertidumbre, dejando entrever que las cifras oficiales podrían ser solo la punta del iceberg.

Esta crisis sanitaria no es fortuita. Una confluencia de factores ha contribuido a este preocupante escenario:

  1. El desabasto crónico de vacunas, un problema que se arrastra desde 2012 y que se agravó con la pandemia.
  2. La formación de "burbujas" de población susceptible, sin la protección de la inmunidad colectiva.
  3. La creciente influencia de movimientos antivacunas, que encuentran eco en las redes sociales y promueven la desinformación.

Los más vulnerables son los recién nacidos y los niños menores de cuatro años en el caso del sarampión, y los bebés de entre dos y seis meses para la tos ferina. La falta de vacunación en las embarazadas deja a los recién nacidos completamente desprotegidos, un hecho profundamente preocupante.

El contexto internacional añade una capa más de complejidad. La situación en Estados Unidos y Canadá, con sus peores brotes en décadas, ejerce una presión epidemiológica considerable sobre México. Las controvertidas decisiones de las autoridades sanitarias estadounidenses, que han afectado los programas de vacunación, son un factor adicional a considerar.

La necesidad de una respuesta contundente y coordinada es innegable. El reto para México es claro: priorizar la salud pública por encima de las tendencias y la desinformación, y asegurar la vacunación universal para proteger a su población de estas enfermedades devastadoras. El futuro de la salud pública mexicana pende de un hilo.