Caída histórica en remesas a México: baja del 16.2%

La relación entre México y Estados Unidos sigue marcando patrones económicos, pero esta vez con un impacto directo en los bolsillos de miles de familias; el flujo de remesas, ese salvavidas financiero para muchas comunidades, acaba de sufrir su peor caída en más de una década, según los últimos datos del Banco de México

Caída histórica en remesas a México: baja del 16.2%

Una sombra de incertidumbre se cierne sobre las economías familiares mexicanas. Las remesas, ese vital flujo de dólares que llega desde el extranjero, han experimentado una caída significativa, impactando directamente en la vida de millones.

El descenso es alarmante: en junio de 2025, la entrada de remesas se redujo a 5,201 millones de dólares, una disminución del 16.2% con respecto al mismo mes del año anterior. Esta preocupante tendencia se refleja en los datos acumulados del primer semestre del año.

  • Una reducción del 5.6% en el total de remesas recibidas durante los primeros seis meses de 2025, alcanzando los 29,576 millones de dólares.
  • Una caída del 14.3% en el número de transacciones, con un promedio de 409 dólares por envío.
  • Una consolidación de las transferencias electrónicas, con el 99.1% de las remesas llegando a través de este método, mostrando una disminución en la informalidad.

Expertos señalan el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos como un factor determinante en esta disminución. La creciente amenaza de deportación está generando un clima de miedo e incertidumbre entre los migrantes mexicanos, quienes están reconsiderando sus viajes al extranjero, impactando directamente en el envío de dinero a sus familias. "La ansiedad por la situación migratoria está afectando la capacidad y la voluntad de enviar remesas", afirma un analista financiero.

Las consecuencias económicas de esta reducción son significativas. Dependientes en gran medida de las remesas provenientes de Estados Unidos (96.58%), muchas comunidades enfrentan la posibilidad de una contracción económica considerable. El impacto se sentirá en el consumo familiar, en el pago de servicios básicos y en el desarrollo de pequeñas empresas. La tendencia descendente, reflejada en las gráficas del Banco de México, plantea serias interrogantes sobre la estabilidad económica de numerosas familias mexicanas y, por consiguiente, de la economía nacional.