Sheinbaum propone a Trump nuevo tratado bilateral
La agenda internacional sigue su curso, con giros inesperados que reconfiguran las relaciones entre naciones; esta semana, la atención se centró en la Cumbre del G7, un evento que, para México, prometía un encuentro cara a cara de alto nivel
Un giro inesperado en las relaciones internacionales: la sorpresiva ausencia de Donald Trump en un foro crucial, debido a la escalada de tensiones en Medio Oriente, dejó en suspenso una esperada reunión con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum. Sin embargo, la diplomacia, lejos de detenerse, encontró un nuevo cauce.
A través de una llamada telefónica, la mandataria mexicana planteó una ambiciosa propuesta: un acuerdo integral que abarcara seguridad, migración y comercio. "Un nuevo capítulo en la cooperación bilateral", según Sheinbaum, quien en su conferencia matutina, "La Mañanera del pueblo", aclaró que esta iniciativa no pretende sustituir el T-MEC, sino fortalecer la colaboración existente en áreas prioritarias.
La respuesta de Trump, según la versión de Sheinbaum, fue positiva. La presidenta mexicana resaltó los significativos avances de México en materia de seguridad fronteriza, destacando: "Hemos logrado una frontera mucho más segura, un acuerdo en materia de seguridad… prácticamente listo para definir la colaboración y la coordinación con pleno respeto a nuestra soberanía." También hizo hincapié en la notable reducción del flujo migratorio.
Aunque una reunión presencial entre ambos mandatarios aún no está confirmada, Sheinbaum afirmó que "en algún momento se dará", incluso insinuando la posibilidad de una invitación a México. Mientras tanto, la actividad económica bilateral prosigue.
En el ámbito comercial, el viaje del secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, a Estados Unidos el viernes pasado, representa un paso crucial. Su encuentro con el nuevo secretario de comercio estadounidense, Howard Lutnick, busca allanar el camino para superar los obstáculos de la actual guerra arancelaria y establecer un equilibrio beneficioso para ambas naciones.
En resumen, la compleja situación se caracteriza por una serie de negociaciones paralelas: la diplomacia de alto nivel, la gestión de la seguridad fronteriza, el control migratorio y las intrincadas relaciones comerciales. El éxito de estas interacciones determinará, sin duda, el futuro de la relación entre México y Estados Unidos en los próximos meses. El camino a seguir se presenta como un desafío diplomático de considerable envergadura.