Sheinbaum pide explicaciones a EU por la captura de Ovidio Guzmán

La semana pasada estuvo llena de especulaciones en los círculos políticos mexicanos. Rumores de acuerdos internacionales y movimientos estratégicos en la lucha contra el narcotráfico generaron un debate que llegó hasta las conferencias matutinas del gobierno federal; analistas y expertos en seguridad se preguntaban: ¿Qué estaba sucediendo tras bambalinas?

Sheinbaum pide explicaciones a EU por la captura de Ovidio Guzmán

Un velo de misterio cubre la entrega de 17 familiares de Ovidio Guzmán al FBI el pasado 9 de mayo. La noticia, que irrumpió en la escena nacional como un rayo, ha generado un debate acalorado sobre la colaboración entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y las posibles implicaciones políticas de este inusual acontecimiento.

El periodista Luis Chaparro fue el primero en reportar la entrega, describiendo cómo la familia, incluyendo a la madre de Ovidio Guzmán, cruzó a pie la frontera con una suma considerable de dinero en efectivo. Aunque las cifras varían según la fuente, se habla de aproximadamente 70 mil dólares distribuidos entre los familiares. Esta información, lejos de disiparse, ha alimentado la especulación pública y las dudas de las más altas instancias del gobierno mexicano.

La reacción de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido contundente. Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum exigió explicaciones al gobierno estadounidense, cuestionando la falta de transparencia y la aparente contradicción con la política estadounidense de no negociar con grupos criminales. “Necesitamos respuestas claras,” declaró la presidenta, “sobre el porqué de esta entrega y si hubo o no algún tipo de acuerdo con Ovidio Guzmán.”

El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, por su parte, confirmó la entrega voluntaria, enfatizando que los familiares no eran objetivo de las autoridades mexicanas. Si bien se refirió a la posibilidad de un “criterio de oportunidad” por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, se abstuvo de ofrecer más detalles, dejando la situación envuelta en un halo de incertidumbre.

La ausencia de persecución por parte de las autoridades mexicanas ha añadido una nueva capa de complejidad a la situación, planteando interrogantes sobre las estrategias bilaterales contra el narcotráfico y la naturaleza exacta del acuerdo, o falta de él, entre las agencias de ambos países. El silencio oficial, sin embargo, solo ha servido para avivar el fuego de la especulación y profundizar la controversia.