Alerta ganadera: Gusano barrenador amenaza con cerrar la frontera sur
La economía mexicana, siempre en movimiento, enfrenta un nuevo reto que impacta directamente a uno de sus sectores clave: la ganadería; un problema que, aunque silencioso al inicio, amenaza con generar una crisis de proporciones considerables, afectando no solo a los productores, sino también a la mesa de millones de mexicanos
Un inesperado brote del gusano barrenador ha paralizado las exportaciones de ganado a Estados Unidos, generando una crisis que golpea duramente a la economía mexicana. La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), encabezada por Homero García de la Llata, se encuentra en una carrera contra el tiempo para mitigar los daños y recuperar el acceso al mercado estadounidense.
Las pérdidas económicas son abrumadoras. El Consejo Nacional Agropecuario calcula pérdidas diarias de 11.4 millones de dólares, una cifra que refleja la urgencia de la situación. Ante esta emergencia, la CNOG, en una reunión virtual con el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, propuso un ambicioso plan de ocho puntos para combatir la plaga. Entre las medidas más destacadas se encuentra el reforzamiento de la vigilancia en la frontera sur con Guatemala, con el objetivo de prevenir el ingreso de ganado infectado y regular el tráfico de animales, tanto en la frontera sur como en la norte.
Además de la controvertida propuesta del “sello” fronterizo, la CNOG solicita la participación activa de ganaderos en el comité México-EE.UU. para la gestión de la crisis, así como un aumento significativo del presupuesto destinado a la lucha contra el gusano barrenador y un incremento en las inspecciones del Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) en las engordas nacionales. Estas medidas buscan atacar el problema desde diferentes frentes, con el fin de contener la propagación del parásito y evitar mayores pérdidas económicas.
El impacto del brote es devastador para miles de familias que dependen de la industria ganadera. El gusano barrenador, una plaga erradicada en México en 1991, ha regresado con una fuerza inesperada, amenazando la salud animal y la estabilidad económica del sector. La rápida respuesta del gobierno es crucial para evitar una crisis de mayor magnitud.
El secretario Berdegué ha asegurado que se están implementando las medidas necesarias, pero la presión es inmensa. La reapertura del mercado estadounidense y la recuperación del estatus sanitario de México se presentan como desafíos colosales que definirán el futuro de la ganadería nacional. El tiempo, sin duda, juega en contra.
La incertidumbre sobre el futuro inmediato persiste, dejando a miles de productores ganaderos en una situación crítica. La efectividad de las medidas implementadas por el gobierno y la colaboración entre las autoridades y los productores serán claves para superar esta difícil situación y restablecer la confianza en el mercado internacional.