Violencia en Sinaloa: clases suspendidas por enfrentamientos
La tranquilidad matutina en Sinaloa se vio interrumpida. El rumor de eventos inusuales comenzó a circular en redes sociales, primero como mensajes aislados, luego como una creciente ola de preocupación; imágenes borrosas, videos cortos y comentarios nerviosos apuntaban a algo fuera de lo común
Una ola de violencia sacude Sinaloa: El estado se vio envuelto en una jornada de terror con enfrentamientos armados y bloqueos carreteros que paralizaron varias regiones. La magnitud de los hechos obligó a las autoridades a tomar medidas drásticas para proteger a la población.
La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) fue la primera en reaccionar ante la creciente ola de violencia, anunciando la suspensión de clases presenciales y la transición a la modalidad virtual. “Por la seguridad de nuestros estudiantes y personal docente, hemos decidido suspender las actividades académicas presenciales”, señaló un comunicado oficial de la institución. Esta decisión fue rápidamente imitada por numerosas escuelas privadas, tanto de educación básica como superior, sumiendo al estado en un inusual silencio escolar.
La suspensión de clases afectó una vasta área geográfica. Inicialmente centrada en Angostura, Badiraguato, Culiacán, Cósala y Eldorado, la medida preventiva se extendió a Elota, Mocorito, Salvador Alvarado, Villa Juárez, Navolato, Teacapan e Isla del Bosque (Escuinapa), reflejando la gravedad y el alcance de la crisis.
Reportes de testigos describen escenas de caos y terror. Camiones incendiados bloquearon importantes arterias viales, incluyendo la México-Nogales (salida norte de Culiacán), la carretera Guamúchil-Mocorito y la autopista Benito Juárez (Navolato). Se reportó el despojo de vehículos a civiles, usados posteriormente para crear barricadas en llamas por grupos armados que establecieron retenes en puntos estratégicos.
El gobierno estatal emitió fuertes alertas, instando a la población a evitar las carreteras que conectan Culiacán con la región del Évora (Angostura, Mocorito y Salvador Alvarado), zonas donde se registraron intensos enfrentamientos y la circulación de convoyes armados. La situación, aunque aparentemente controlada en algunos puntos, deja una profunda sensación de incertidumbre e inquietud en la ciudadanía sinaloense. La calma, por ahora, es solo una esperanza.