Fin del TPS para venezolanos: 300,000 enfrentan deportación
El destino de casi 300.000 venezolanos en Estados Unidos vuelve a tambalearse. A menos de una semana de que venza su Estatus de Protección Temporal (TPS), el gobierno de Trump confirmó lo que muchos temían: la cancelación definitiva del programa a partir del 10 de septiembre; sin embargo, la última palabra aún no está dicha
El reloj corre para casi 600.000 venezolanos en Estados Unidos. La incertidumbre planea sobre sus vidas tras la decisión del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS), una medida que, según el portavoz Matthew Tragesser, busca "controlar la migración irregular" proveniente de Venezuela. Pero detrás de la retórica oficial se esconden miles de historias de familias que enfrentan la posibilidad de perder sus permisos de trabajo y la protección contra la deportación.
La magnitud del problema es abrumadora:
- 268.000 venezolanos se beneficiaron del TPS otorgado en 2021
- 300.000 más recibieron protección bajo la designación de 2023
- 60 días apenas les quedan para regularizar su situación, un plazo que muchos consideran insuficiente.
La esperanza se centra en el juez federal Edward Chen, quien en enero bloqueó una medida similar, argumentando que su cancelación causaría "daños irreparables a cientos de miles de personas y afectaría la economía estadounidense". La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito ofreció un respiro temporal, con la jueza Kim Wardlaw enfatizando que el TPS debe estar "por encima de intereses políticos". Sin embargo, la decisión final de Chen, esperada para el 9 de septiembre, pondrá fin a esta tensa espera.
Mientras tanto, las protestas en ciudades como Nueva York y Miami reflejan la desesperación de una comunidad que ha construido sus vidas en Estados Unidos. El futuro de estas casi 600.000 personas pende de un hilo, a la espera del veredicto que definirá sus vidas y sus esperanzas en la nación que los acogió.
Según documentos oficiales del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), la medida busca "controlar la migración irregular" desde Venezuela. La lucha legal continúa, y el impacto de esta decisión trascenderá las fronteras, afectando a cientos de miles de vidas y dejando un profundo interrogante sobre el futuro de la política migratoria estadounidense.