EE.UU. planea expandir zonas militares en la frontera sur para controlar la migración

Estados Unidos creará dos nuevas zonas militares en la frontera sur donde tropas podrán detener temporalmente a migrantes

EE.UU. planea expandir zonas militares en la frontera sur para controlar la migración

Legisladores demócratas expresaron su profunda preocupación ante el inminente anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre la creación de dos nuevas Zonas de Defensa Nacional (NDA) en la frontera sur, elevando el total a cuatro. Tres funcionarios anónimos confirmaron a CNN la inminente noticia, detallando que estas zonas se ubicarán en Texas y Arizona, extendiéndose a lo largo de cientos de millas a lo largo del Río Grande y cerca de Yuma.

La expansión de las NDAs, vinculadas a las bases militares de San Antonio y Yuma, permitirá al personal militar detener temporalmente a individuos que crucen la frontera ilegalmente antes de entregarlos a las autoridades civiles. Aunque estas zonas no otorgan poderes policiales tradicionales, sí permiten ciertas acciones como detenciones breves, registros superficiales y control de multitudes, generando inquietudes sobre la posible militarización de la frontera y el potencial abuso de poder.

Mientras el Comandante del Comando Norte de EE.UU., general Gregory Guillot, defiende la medida como necesaria para reforzar la seguridad fronteriza y combatir las actividades ilegales, la justificación ha sido recibida con escepticismo por parte de los críticos. Se argumenta que la expansión de las NDAs podría representar un debilitamiento de la separación de poderes y una potencial violación de la Ley Posse Comitatus.

La preocupación se centra en el precedente que establecería la actuación de las fuerzas militares en tareas tradicionalmente reservadas a las agencias civiles. El senador Jack Reed, del Comité de Servicios Armados del Senado, señaló que esta estrategia podría erosionar la separación entre funciones militares y civiles en el manejo migratorio, creando un peligroso precedente y una "ficción legal" que justifica una militarización encubierta de la política fronteriza. El debate promete ser acalorado, con consecuencias de largo alcance para el futuro de la seguridad fronteriza y el delicado equilibrio entre funciones militares y civiles en Estados Unidos.