Hambruna en Gaza: 260 muertos en cinco meses

La situación en Gaza alcanza niveles de desesperación que rebasan lo imaginable; testimonios recogidos por organizaciones humanitarias pintan un cuadro donde el hambre se ha convertido en arma de guerra, con consecuencias que ya no pueden ocultarse tras eufemismos diplomáticos

Hambruna en Gaza: 260 muertos en cinco meses

Madres palestinas en Rafah inventan recetas con cáscaras de vegetales, padres intercambian relojes familiares por bolsas de harina caducada; esta es la realidad en Gaza, donde la desnutrición avanza imparable, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.

El documento revela que al menos 260 personas han muerto de desnutrición desde octubre de 2023, una cifra que aumenta diariamente bajo el persistente bloqueo israelí. "No es escasez, es una estrategia calculada para quebrar a la población", afirma el informe, que detalla la destrucción sistemática de la infraestructura médica y agrícola.

Entre los testimonios desgarradores recogidos se encuentran:

  • Mujeres que renuncian a embarazos por la imposibilidad de garantizar la supervivencia infantil.
  • Adultos mayores que reducen sus raciones para alimentar a los más pequeños.
  • Familias que se alimentan de pasto y hojas ante la falta de suministros.

Hadeel, embarazada de cuatro meses, comparte con los investigadores: "Cada patada del bebé me recuerda que quizá no viviremos para conocerle. ¿De qué sirve dar a luz en un campo de refugiados sin leche ni medicinas?". Su desesperación refleja el trauma nutricional que afecta a generaciones.

Erika Guevara Rosas, directora de investigaciones de AI, declara: "Asistimos a crímenes de lesa humanidad ejecutados con precisión burocrática". El informe proporciona datos escalofriantes:

  • El 92% de la población sufre inseguridad alimentaria aguda.
  • Solo el 18% de los centros de salud funcionan con recursos mínimos.
  • Los puntos de distribución humanitaria son blanco recurrente de ataques.

Mientras la comunidad internacional debate sanciones, la realidad en Gaza es la de familias que sobreviven con menos de 500 calorías diarias, cinco veces menos del mínimo vital. Imágenes de niños esqueléticos en hospitales destruidos contradicen los comunicados oficiales que hablan de "ayuda suficiente".

Amnistía Internacional exige el procesamiento de estos actos bajo la Convención contra el Genocidio, recalcando que la inacción global equivale a complicidad. La lucha por la supervivencia continúa en las calles de Rafah, donde la desesperación se refleja en la ingeniosidad de las madres que buscan alimentar a sus hijos con lo poco que queda.