Inteligencia artificial en trama de espionaje: impostor suplanta a asesor de Trump
Una nueva trama digna de película de espionaje acaba de ser revelada en Washington
Una sofisticada operación de suplantación de identidad, que utilizó inteligencia artificial para imitar la voz y el estilo de escritura del senador Marco Rubio, asesor de seguridad nacional del equipo de Donald Trump, ha generado una crisis de seguridad en el gobierno estadounidense. La operación, descubierta tras semanas de actividad, ha comprometido la seguridad de altos funcionarios y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas de comunicación gubernamentales.
- El impostor logró crear cuentas falsas en Signal con dominios que parecían oficiales.
- Las grabaciones de voz, indistinguibles de las del senador Rubio, fueron utilizadas para engañar a sus víctimas.
- Los mensajes de texto, imitando el estilo característico de Rubio, lograron una penetración sorprendente.
Fuentes del Washington Post, que tuvo acceso a documentos filtrados, revelan que al menos cinco altos funcionarios, incluyendo tres cancilleres internacionales, fueron contactados por el impostor. También se sabe que un gobernador estadounidense y un congresista fueron objetivos, aunque sus identidades permanecen protegidas.
La investigación preliminar sugiere que los atacantes incluso lograron infiltrar cuentas de correo electrónico de empleados del Departamento de Estado, lo que aumenta la gravedad del incidente. Expertos en ciberseguridad advierten sobre el auge de este tipo de ataques, destacando un incidente similar en mayo pasado que afectó a la jefa de gabinete de la Casa Blanca.
El Departamento de Estado ha respondido activando protocolos de emergencia, incluyendo:
- Una investigación conjunta con el Buró de Seguridad Diplomática.
- Alertas a todo el personal diplomático sobre la amenaza.
- Coordinación con el FBI para rastrear los mensajes comprometidos.
La magnitud del daño aún se está evaluando. Las agencias federales trabajan incansablemente para cerrar esta brecha de seguridad, pero la pregunta crucial que persiste es: ¿hasta qué punto se ha visto comprometida la información sensible del gobierno estadounidense? La respuesta a esta pregunta determinará el verdadero alcance del daño y las implicaciones a largo plazo de este sofisticado ataque cibernético.