El gobierno de EE. UU. se encara a un cierre inminente por conflicto de salud
El gobierno de Estados Unidos se dirige a una parálisis por la falta de acuerdo presupuestario en el Congreso, con el tema de la renovación de los créditos de Obamacare como principal punto de quiebre. El líder demócrata, Chuck Schumer, rechazó la exigencia republicana de debatir el presupuesto de salud antes de reabrir las instituciones, declarando: "No vamos a negociar con una pistola en la cabeza".
Por su parte, el vicepresidente JD Vance replicó que los demócratas "prefieren dejar sin pago a millones de trabajadores antes que aceptar un debate transparente".
El Muro de los Votos y el Conflicto Central
El Senado requiere 60 votos para aprobar cualquier paquete de financiamiento, una cifra que ninguno de los dos partidos puede alcanzar por sí solo:
- Propuesta Republicana (7 semanas): Necesita 7 votos demócratas.
- Contrapropuesta Demócrata: Carece de 13 votos republicanos.
El fondo del conflicto radica en los créditos de Obamacare que expiran en diciembre. Los demócratas buscan blindar estos recursos, mientras que la bancada roja alega que los fondos se están desviando para cubrir servicios médicos de migrantes irregulares, una acusación que la oposición desmiente como "fantasía propagandística".
Tensión en la Casa Blanca y Consecuencias del Cierre
Mientras el Capitolio permanece en un punto muerto, la Casa Blanca activó un protocolo inusual: acelerar los despidos masivos de empleados federales que se venían planeando. Fuentes cercanas al Gabinete confirmaron listas de puestos considerados "prescindibles".
Las consecuencias del cierre se sentirán con cada hora que pase:
- Personal Federal: 800,000 empleados federales dejarán de recibir su salario.
- Servicios Públicos: Cierre de parques nacionales y museos.
- Trámites: Pausa en las revisiones de visas y permisos.
Aunque el fantasma del cierre de 2018 (que duró 35 días) sobrevuela, la proximidad de las elecciones intermedias (a menos de 14 meses) añade una presión adicional. Ningún partido quiere ser percibido como el responsable de perjudicar económicamente a familias de trabajadores públicos.