El plan fiscal de Trump, según Musk, costará empleos estadounidenses

Elon Musk advierte que el plan fiscal de Trump podría destruir millones de empleos y perjudicar industrias clave en Estados Unidos

El plan fiscal de Trump, según Musk, costará empleos estadounidenses

Un análisis del profesor Jesse Jenkins, del Departamento de Energía de Princeton, avivó la polémica en torno al proyecto fiscal de la era Trump. Jenkins advirtió sobre la potencial eliminación de incentivos fiscales para energías limpias y vehículos eléctricos, lo que, según él, podría asestar un duro golpe a la competitividad estadounidense frente a China en sectores clave como la inteligencia artificial. Esta advertencia, compartida por Elon Musk en X, ha encendido una nueva mecha de críticas contra el proyecto, calificado por el magnate como “loco y destructivo”.

Musk, en sus declaraciones a través de X, señaló la incongruencia del proyecto al favorecer industrias tradicionales mientras perjudica sectores innovadores. El empresario reiteró su preocupación por el impacto negativo en la economía del país, especialmente en áreas como la energía renovable y la tecnología. Estas críticas, que incluyen calificativos tan fuertes como “abominación repugnante”, han generado un intenso debate en el Senado de Estados Unidos.

El proyecto, bautizado como el “grande y hermoso proyecto de ley”, propone ampliar los recortes fiscales de la era Trump, incrementar el gasto en defensa y migración y reducir los programas sociales como Medicaid y los cupones de alimentos. La Oficina Presupuestaria del Congreso ha estimado un incremento de la deuda pública en 2.4 billones de dólares durante la próxima década, un dato que ha sembrado la preocupación entre diversos sectores.

La presión para la aprobación del proyecto antes del 4 de julio, fecha clave impulsada por el expresidente Trump, ha intensificado la controversia. El debate en el Senado sobre la votación formal del proyecto refleja las profundas divisiones en torno a las políticas económicas y ambientales de Estados Unidos, y pone de manifiesto la difícil tarea de equilibrar crecimiento económico con innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental. El futuro del proyecto, y por ende el del panorama económico estadounidense, permanece incierto mientras el debate se intensifica.