Ataques iraníes dejan tres muertos y decenas de heridos en Israel
El amanecer del sábado pintó el cielo de Tel Aviv con una luz inusual, teñida de humo y el eco distante de explosiones. Una mañana que comenzó con la rutina diaria para muchos, se convirtió en un escenario de caos y destrucción en cuestión de minutos; la vida en Rishon Lezion, ciudad satélite al sur de Tel Aviv, se vio irremediablemente alterada
Un silencio sepulcral se cernía sobre Rishon Lezion tras el amanecer. La devastación era palpable: edificios reducidos a escombros, calles llenas de escombros humeantes y el aire impregnado del olor a quemado. El saldo de los ataques de represalia iraníes contra Israel era desgarrador: al menos tres muertos, entre ellos una mujer de 60 años encontrada sin vida bajo los escombros de su hogar, y un hombre de 45 años que falleció tras ser evacuado en estado crítico. La tercera ola de ataques, en la madrugada del sábado, se cobró otra víctima mortal en Ramat Gan.
El número de heridos se acerca a los 50, con lesiones de diversa gravedad. En Rishon Lezion, el impacto fue brutal: más de 10 casas destruidas, edificios parcialmente colapsados y una atmósfera de pánico. “Fue un infierno”, susurraba Lion, un residente de la zona, aún conmocionado. “Sentí el temblor de la tierra, la casa se sacudía. Nos refugiamos en el búnker, y cuando salimos… todo estaba destruido, pero al menos estamos vivos.” Su testimonio reflejaba el trauma colectivo de una comunidad golpeada.
La destrucción se extendió a Ramat Gan, donde varios vehículos quedaron calcinados y varios edificios sufrieron daños significativos. Imágenes impactantes muestran la fuerza de los bombardeos y el impacto en la infraestructura. El recuento provisional de heridos de las primeras dos oleadas de ataques suma 34, más las 19 personas heridas durante la tercera ola en Rishon Lezion.
Mientras tanto, la tensión internacional se intensifica. El representante de Irán ante la ONU, Saeed Iravani, informó de 78 muertos y 320 heridos por la ofensiva aérea israelí que precedió a estos ataques de represalia. Este intercambio de golpes se presenta como una escalada preocupante en un conflicto que deja una estela de destrucción y luto a su paso.
El futuro inmediato se presenta incierto, en medio de la conmoción y la incertidumbre, mientras el mundo observa con atención la evolución de la crisis.