Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realiza la redada migratoria más grande en un día: 2,200 arrestos

El martes 4 de junio marcó un punto de inflexión en la política migratoria estadounidense. Un evento que pasó desapercibido para muchos, pero que deja una estela de interrogantes y preocupación para las comunidades migrantes; hablamos de una operación a gran escala, que ha roto récords históricos y que deja a su paso un ambiente de incertidumbre

Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realiza la redada migratoria más grande en un día: 2,200 arrestos

Un operativo sin precedentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha dejado una estela de incertidumbre y temor en la comunidad migrante. Más de 2,200 migrantes fueron arrestados en un solo día, una cifra que eclipsa cualquier registro anterior y que ha desatado una ola de críticas sobre las políticas migratorias actuales.

La operación, llevada a cabo en múltiples estados, se centró en individuos con estatus migratorio irregular, muchos de ellos detenidos durante citas programadas con ICE o mientras participaban en el programa de Alternativas a la Detención (ATD). Este último punto ha generado especial preocupación, ya que el ATD está diseñado para permitir que las personas consideradas de bajo riesgo permanezcan en libertad. A pesar de que los datos oficiales indican un alto cumplimiento del programa, la masiva detención de participantes genera dudas sobre su efectividad y transparencia.

Declaraciones de ICE aseguran que todos los detenidos tenían órdenes finales de remoción. Sin embargo, abogados de inmigración han presentado testimonios que contradicen esta afirmación, alegando que varios de sus clientes no contaban con órdenes definitivas de deportación. Un caso particular es el de un ciudadano colombiano arrestado en Nueva York durante una cita programada, a pesar de su puntual asistencia a citas anteriores. Este incidente, según su abogada, Margaret Cargioli del Immigrant Defenders Law Center, ilustra la falta de garantías y el clima de incertidumbre reinante.

La operación ha sido calificada por activistas como una muestra de "lógica de estado policial", destacando el uso de tácticas agresivas y la falta de consideración a las circunstancias individuales de los detenidos. Imágenes de enfrentamientos entre familiares y agentes del Departamento de Seguridad Nacional en Nueva York y Chicago han circulado en redes sociales, acentuando la tensión generada por la redada.

El contexto político de esta acción se vincula directamente con las políticas migratorias de administraciones anteriores, y su objetivo declarado de realizar una campaña de deportaciones a gran escala. Mientras funcionarios actuales defienden la medida como una forma de enfocarse en los "peores de los peores", críticos argumentan que se están deteniendo personas sin antecedentes penales o con solicitudes de asilo pendientes.

El impacto en la comunidad migrante es profundo. El miedo a la detención está generando reticencia a asistir a citas con ICE, lo que dificulta aún más los procesos legales y crea un clima de desconfianza. El futuro inmediato de los detenidos implica un largo proceso legal, con la posibilidad de largas esperas para audiencias judiciales, creando una situación de incertidumbre para miles de familias.

La magnitud de esta operación, realizada en múltiples estados y locaciones, incluyendo cortes y centros de presentación, ha dejado al descubierto las profundas divisiones y el debate en torno a las políticas migratorias de Estados Unidos, planteando interrogantes sobre el respeto a los derechos humanos y el debido proceso legal. La falta de transparencia de ICE en cuanto a la lista completa de lugares donde se llevaron a cabo los arrestos solo profundiza la preocupación y la demanda de mayor rendición de cuentas.