ICE acusado de lanzar "campaña de terror" contra activistas
Las calles de Los Ángeles han sido escenario de intensas protestas en los últimos días; un descontento palpable se respira en el aire, una sensación que se extiende a otras ciudades como Chicago, Nueva York y Austin, pero con menor intensidad
Familiares de inmigrantes en Nashville, Tennessee, emprenden patrullas ciudadanas para documentar las acciones del ICE, mientras en San Antonio, Texas, se denuncian arrestos masivos a la salida de las cortes, incluso de menores de edad, sin orden judicial.
Estas acciones, según activistas, forman parte de una creciente resistencia a los operativos migratorios del ICE, calificados como una "campaña de terror" contra la comunidad inmigrante. El caso de Dylan López, un joven venezolano detenido en Nueva York tras una audiencia de inmigración, sin orden judicial, ilustra la vulnerabilidad de los inmigrantes incluso después de cumplir con los requerimientos legales.
El abogado de López, Vic Walczak, critica la falta de justificación para la detención de su cliente, resaltando la "crueldad" de la administración. La situación se agrava con la reciente revocación del estatus migratorio especial de López, dejando al joven en una situación precaria. El DHS justifica sus acciones alegando que se está aplicando la ley y eliminando la política de "capturar y liberar", pero las denuncias de arrestos indiscriminados y las deplorables condiciones de detención persisten.
En California, la tensión aumenta con redadas en lugares de trabajo en ciudades santuario, protestas masivas y la utilización de la Guardia Nacional para controlar las manifestaciones. El arresto de líderes sindicales y las redadas sin órdenes judiciales en restaurantes y fábricas, como la de una fábrica de ropa en Los Ángeles donde 14 trabajadores fueron detenidos, generan incertidumbre y temor entre la población inmigrante. La situación pone de manifiesto el creciente conflicto entre las autoridades migratorias y las comunidades afectadas por sus políticas.
El epicentro del conflicto reside en los operativos migratorios del ICE que, según activistas y abogados de derechos humanos, están generando una profunda crisis humanitaria y una creciente ola de indignación a lo largo del país.