El futuro incierto de los 'dreamers'
La incertidumbre se cierne sobre cientos de miles de vidas. Historias de superación, de trabajo duro, de integración a una comunidad… todo ello se encuentra ahora en un frágil equilibrio, a merced de decisiones legales que parecen alejarse cada vez más de la empatía y la justicia
El miedo se cierne sobre los “dreamers”. A 13 años de la creación del programa DACA, el 15 de junio, la incertidumbre golpea con fuerza a los casi 538,000 beneficiarios, muchos de ellos profesionales, emprendedores y padres de familia, que llegaron a Estados Unidos siendo niños, con una media de seis años de edad y que ahora, llevan un cuarto de siglo construyendo sus vidas en este país.
Un reciente fallo judicial en la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito ha reavivado los temores. Aunque por ahora limitado a Texas, la decisión que declara ilegal el programa DACA deja a los beneficiarios texanos al borde de la pérdida de sus permisos de trabajo y su futuro en un limbo legal. La pelota regresa al juez Andrew Hanen, quien decidirá cómo se implementará el fallo y si se podrán procesar nuevas solicitudes, congeladas desde 2021. La angustia es palpable.
“Siento que estoy caminando sobre un terreno inestable, con la amenaza de un derrumbe inminente,” expresa Ricardo, un beneficiario de DACA que prefiere omitir su apellido por razones de seguridad. Llegó a Estados Unidos a los 7 años huyendo de la violencia en su país natal. Hoy, es un exitoso ingeniero de software, pero el temor a la deportación lo acompaña a todas partes. Él, al igual que muchos otros, se enfrenta a la posibilidad de perder todo lo que ha construido con tanto esfuerzo.
La situación afecta a millones de “dreamers” de casi 200 países, quienes viven bajo la constante amenaza de la deportación. La administración Biden enfrenta fuertes presiones, con impugnaciones de estados republicanos y la aprobación en la Cámara de Representantes de una ley que limita el acceso a servicios públicos para quienes carecen de residencia permanente. La amenaza es real y se siente en cada rincón de sus vidas.
El caso de Sofía, una joven “dreamer” deportada a pesar de tener su permiso de viaje y DACA activo, es un ejemplo desgarrador de la fragilidad de su situación. Su historia, llena de angustia y desesperación, refleja la realidad de muchos que se enfrentan a la separación familiar y la incertidumbre del futuro.
El futuro de DACA es incierto. Si bien algunos creen que el gobierno no se atreverá a eliminarlo completamente, la posibilidad de un desmantelamiento gradual es una amenaza latente. La renovación de permisos, la imposibilidad de viajar a sus países de origen para visitar a sus familias y la constante incertidumbre sobre su futuro dibujan un panorama sombrío y desesperanzador para estos jóvenes que han contribuido significativamente a la sociedad estadounidense, y que ahora se preguntan si su futuro estará en el país que consideran su hogar.