Muertes en centros de ICE de Florida exponen fallas sistémicas en atención médica
La atención médica en centros de detención de migrantes en Estados Unidos ha generado una creciente preocupación; recientes sucesos en Florida han puesto en el foco la necesidad de una investigación exhaustiva sobre las prácticas y protocolos implementados en estas instalaciones
Cuatro muertes en centros de detención de ICE en Florida desatan una ola de indignación. Las muertes de Maksym Chernyak, un refugiado ucraniano de 44 años; Genry Ruiz-Guillen, un ciudadano hondureño de 29 años; Marie Ange Blaise, una mujer haitiana de 44 años; y Ramesh Amechand, un hombre guyanés de 60 años, en instalaciones de ICE del sur de Florida, han generado serias preocupaciones sobre las condiciones de detención y la atención médica proporcionada a los inmigrantes bajo custodia.
El Miami Herald ha revelado detalles inquietantes sobre estas tragedias, basados en más de 150 páginas de registros médicos y autopsias. El caso de Chernyak es particularmente impactante. Tras sufrir un derrame cerebral masivo en el Centro de Procesamiento de Servicios Krome North, el personal demoró más de 40 minutos en llamar al 911, lo que, según expertos, contribuyó a un daño cerebral irreversible que le causó la muerte el 20 de febrero. El Dr. Altaf Saadi, neurólogo de renombre, afirma que esta demora fue una negligencia imperdonable, subrayando la importancia crucial de la atención médica inmediata en casos de derrame cerebral.
La muerte de Ruiz-Guillen, un mes antes, también plantea interrogantes. Si bien la autopsia indicó "complicaciones del trastorno esquizoafectivo", varios médicos, incluyendo el reconocido patólogo forense Dr. Michael Baden, cuestionan esta conclusión. Los informes toxicológicos revelaron una mezcla de medicamentos antipsicóticos y rabdomiólisis, una peligrosa descomposición del tejido muscular que podría estar relacionada con la restricción excesiva o reacciones adversas a los medicamentos.
Estas muertes, ocurridas entre diciembre de 2024 y abril de 2025, representan la mitad de todas las muertes de detenidos de ICE a nivel nacional durante el año fiscal 2025, según la propia agencia. La falta de transparencia por parte de ICE, que aún no ha publicado las revisiones completas de mortalidad ni las imágenes de vigilancia, alimenta las sospechas sobre la verdadera magnitud del problema y la falta de rendición de cuentas.
La afirmación de ICE de que todos los detenidos reciben atención médica oportuna se contradice con las evaluaciones de expertos independientes y los propios registros médicos revisados por el Herald. La falta de acceso a información completa y la ausencia de explicaciones convincentes por parte de la agencia dejan a las familias de las víctimas y al público en general con un profundo sentimiento de frustración e incertidumbre. La presión pública exige una investigación exhaustiva e independiente para esclarecer estas muertes y garantizar que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias en los centros de detención de ICE.