28 Migrantes Procesados por Incursión en Zona Militar Fronteriza de EEUU
La tensión en la frontera entre México y Estados Unidos se intensifica; la vida cotidiana en las comunidades fronterizas, usualmente marcada por el ir y venir de personas y mercancías, ahora se ve eclipsada por una nueva realidad: la presencia militar cada vez más notoria
Un nuevo capítulo en el debate sobre la inmigración en Estados Unidos se ha abierto con la creación de una "zona de amortiguamiento" militar de 170 millas de largo y 60 pies de ancho a lo largo de la frontera entre Nuevo México y México. Esta controvertida medida ha resultado en la acusación de al menos 28 migrantes por ingreso ilegal a esta área fuertemente patrullada por tropas en servicio activo, desatando una ola de críticas y controversia.
La justificación del Secretario de Defensa, Pete Hegseth, en un video publicado en redes sociales, centra la atención en la designación del área como "zona de defensa nacional", equiparándola a una base militar. Esta declaración, emitida a casi 100 días de la administración del Presidente Trump, se ha interpretado como una señal de endurecimiento de las políticas fronterizas.
Sin embargo, la ACLU-NM ha expresado su profunda preocupación por la militarización de la frontera, argumentando que la expansión de los poderes de detención militar en esta "zona de amortiguamiento" representa una grave amenaza para los derechos civiles y un peligroso precedente para el uso de las fuerzas armadas en la gestión de la inmigración.
Los migrantes detenidos enfrentan cargos tanto por cruce ilegal como por violación de la seguridad en una zona restringida. Aunque el CBP mantiene su jurisdicción sobre los cruces fronterizos ilegales, el Departamento de Defensa ha aclarado que las tropas no realizarán arrestos, entregando a los detenidos a las autoridades civiles competentes. Esta aclaración, sin embargo, no ha logrado calmar las preocupaciones sobre la superposición de jurisdicciones y la potencial escalada de la situación.
La creación de esta zona, que implicó la transferencia de 110,000 acres de tierra federal al ejército, ha reavivado el debate sobre la militarización de la frontera y el uso de tropas para controlar el flujo migratorio. La administración Trump argumenta que esta estrategia permite el uso de militares sin recurrir a la Ley de Insurrección de 1807, evitando así las complejidades legales asociadas con su aplicación. Actualmente, alrededor de 11,900 soldados se encuentran desplegados en la frontera suroeste de Estados Unidos.
La disminución del número de migrantes aprehendidos en marzo de 2025, según datos oficiales, añade un contexto complejo a la situación. Si bien este dato podría sugerir una reducción en la presión migratoria, la implementación de esta nueva estrategia fronteriza plantea interrogantes sobre su impacto a largo plazo y la legitimidad de su aplicación en el contexto de los derechos humanos y el estado de derecho.