Registro obligatorio en USCIS: El temor de los inmigrantes en Estados Unidos

La vida en Estados Unidos para muchos inmigrantes se ha convertido en una compleja ecuación donde la incertidumbre es una constante; la rutina diaria ahora se entrelaza con un miedo latente, un eco silencioso que resuena en miles de hogares

Registro obligatorio en USCIS: El temor de los inmigrantes en Estados Unidos

La incertidumbre se cierne sobre miles de familias inmigrantes en Estados Unidos, ante la polémica Orden Ejecutiva 14159 que exige su registro obligatorio ante el USCIS. Esta medida, impulsada por la administración Trump, ha generado un profundo temor y desatado un intenso debate nacional sobre sus implicaciones para la seguridad y los derechos de los inmigrantes.

En el corazón de la comunidad latina de Los Ángeles, Gloria Fuentes, madre de dos hijos ciudadanos americanos, describe su angustia: “No sabemos qué hacer. Pagamos impuestos, pero el miedo a la deportación es constante. Estamos considerando mudarnos para proteger a nuestra familia.” Su testimonio refleja el dilema que enfrentan muchos inmigrantes indocumentados, obligados a decidir entre registrarse y revelar información sensible, o mantenerse ocultos y arriesgarse a las consecuencias.

Alfredo Lomas, residente de Lynwood, establece una preocupante analogía histórica: “Este registro me recuerda a las prácticas de identificación forzosa del régimen nazi. No confiamos en las intenciones de este gobierno y preferimos mantener un perfil bajo.” Su decisión, compartida por muchos, es un reflejo de la profunda desconfianza generada por la orden ejecutiva.

Organizaciones como la NPNA y CHIRLA han alertado sobre los peligros de esta medida, comparándola con registros históricos que culminaron en violaciones masivas de derechos humanos, como la internación de japoneses-americanos durante la Segunda Guerra Mundial. Nicole Melaku, directora ejecutiva de la NPNA, afirma: “La historia nos enseña que estas políticas tienen consecuencias devastadoras y no podemos permitir que se repitan.”

La división de opiniones es evidente. Juana Garza considera el registro como un paso necesario para futuras posibilidades de legalización, mientras su esposo, Efrén, se opone firmemente: “Es una trampa. Le estás dando al gobierno un arma para deportarte.” Esta discrepancia refleja la complejidad del tema y la falta de información clara y confiable para tomar una decisión informada.

Ante la creciente presión, CHIRLA ha interpuesto una demanda federal (CHIRLA v. DHS) y ha creado recursos como una hoja informativa bilingüe para orientar a los inmigrantes. Mientras la incertidumbre persiste, la lucha por los derechos de los inmigrantes continúa, con organizaciones pro-inmigrantes exigiendo la revocación de la orden ejecutiva y el fin de las prácticas que atentan contra la dignidad y el futuro de las familias inmigrantes en Estados Unidos.

El futuro de miles de familias pende de un hilo, mientras el Congreso debate la legalidad y la moralidad de esta controversial ley, dejando a muchos con la incertidumbre como único compañero.