Maribel Guardia rinde homenaje a su hijo Julián con un altar lleno de recuerdos personales
La actriz costarricense Maribel Guardia ha canalizado su duelo en un emotivo acto de memoria: la creación de un altar de Día de Muertos dedicado a su hijo, Julián Figueroa, fallecido inesperadamente en abril de 2023.
Guardia, quien se ha convertido en una figura de resiliencia en el ojo público, se ha sumergido en la tradición de la catrina para diseñar una ofrenda que trasciende la decoración, recreando los elementos que definían la vida y pasión de Julián:
- El Bosque y la Libertad: Representado con mariposas y flores, el bosque simboliza el refugio donde Julián encontraba paz.
- La Música y la Voz: Instrumentos como guitarras y música de mariachi recuerdan sus melodías inéditas y su gran pasión.
- Simbología del Dolor: El mantel morado que cubre el altar representa la juventud que se perdió a la temprana edad de 27 años.
- La Sencillez de la Vida: El pan en la ofrenda evoca la sencillez que el joven apreciaba en la vida cotidiana.
Un Mensaje Íntimo y Profundo
A través de un video compartido en redes sociales, Maribel Guardia describió cada elemento con una voz suave, creando un puente emocional con sus seguidores.
"El bosque era su refugio, donde encontraba paz y libertad", explicó. "La música era su lenguaje, y la guitarra era su voz", añadió, destacando el legado musical que perdura gracias a sus fans.
Julián Figueroa falleció el 9 de abril de 2023 debido a un infarto agudo al miocardio. Su madre decidió manejar el funeral en la intimidad, haciendo de este altar un acto de duelo más público y compartido.
El Deseo de un Encuentro en Sueños
La actriz acompañó su publicación con un mensaje cargado de emoción, que se volvió viral por su ternura:
“Entre flores, mariposas y canciones, te espero, hijo mío, en la llama serena de las velas. Le doy gracias a Dios por darme el inmenso regalo de ser tu madre durante 27 años. Ojalá te cueles esta noche en mis sueños. Te espero.”
Al cerrar la ofrenda, Guardia destacó una fotografía de su hijo durante su primer intento de tocar la guitarra, una imagen que, según ella, encapsula su esencia: "analítica, reflexiva, llena de vida". El altar no solo honra al difunto, sino que celebra la continuidad de su legado a través de la memoria y la tradición.