Mía Rubín Legarreta: La ansiedad tras las críticas en "Juego de Voces"
El mundo del espectáculo no perdona, y Mía Rubín Legarreta lo ha aprendido a la fuerza. A sus 21 años, la hija de Andrea Legarreta y Erik Rubín enfrenta el doble filo de la fama: mientras su talento como actriz y cantante comienza a destacar, las críticas hacia su persona y desempeño artístico han dejado huella
La cantante Mía Rubín Legardi, hija de las reconocidas figuras Andrea Legarreta y Erik Rubín, ha decidido abrirse sobre un momento crucial en su carrera que la llevó al límite: su participación en el programa "Juego de Voces". En una entrevista íntima, reveló cómo la exposición mediática desencadenó una profunda crisis emocional, marcando un antes y un después en su vida.
Un cúmulo de factores confluyeron para generar esta experiencia traumática. La presión por el perfeccionismo, sumada a una inesperada enfermedad, la llevaron a un punto de quiebre durante una presentación en vivo. El miedo a fallar, amplificado por los comentarios negativos sobre su desenvolvimiento en el escenario, provocó un ataque de pánico que le robó la voz temporalmente. "Me sentía juzgada constantemente, comparada con animales, ridiculizada por mis movimientos... Fue terrible", confesó con la voz entrecortada.
- El catalizador: Una combinación de alta presión, enfermedad repentina y críticas feroces en redes sociales.
- La consecuencia: Una crisis de ansiedad que derivó en un ataque de pánico y la incapacidad temporal de cantar.
- El aprendizaje: La dura lección de la exposición pública y la necesidad de fortalecer su salud mental.
Con el apoyo incondicional de sus padres, Andrea Legarreta y Erik Rubín, Mía ha comenzado a procesar esta experiencia. Aunque reconoce que el proceso de sanación es largo y complejo, ha encontrado fuerza en su familia y en su pasión por la música. "Aprendí que mi peor enemiga era mi propia autoexigencia", afirmó con una mezcla de valentía y humildad. Ahora, enfocada en su bienestar emocional, Mía se propone navegar las aguas turbulentas de la fama con mayor resiliencia, sin dejar que las críticas menoscaben su amor por el canto.