Tigres entre redención y realidad: Detroit regresa a casa con la ofensiva congelada y un futuro incierto
El ambiente en el Comerica Park parecía condenado hace apenas dos semanas. Los Tigres de Detroit arrastraban una racha de siete derrotas consecutivas en casa, incluyendo un doloroso revés ante Atlanta que amenazó con sepultar sus aspiraciones
Los Detroit Tigers regresaron a casa por primera vez desde septiembre para el Juego 3 de la Serie Divisional, cargando el peso de una temporada turbulenta y un rendimiento ofensivo "helado" en postemporada. El manager A.J. Hinch admitió la presión de la racha: "Tuvimos que ganárnoslo. Nos costó mucho volver a casa", aludiendo al colapso en la División Central que forzó un camino difícil.
Contra todo pronóstico, los Tigres revivieron, primero eliminando a los Guardianes de Cleveland en la Serie de Comodines. Ahora, tras dividir los primeros dos juegos en Seattle (victoria 3-2 en 11 entradas y una derrota ajustada), buscan aprovechar su localía en Michigan. El pitcher Jack Flaherty lo ve como un factor de unidad: "Ha sido una experiencia de unión. Mucho tiempo en carretera, pero esto nos une".
La Crisis en el Plato y el Desafío de Logan Gilbert
El problema más tangible de Detroit es su ofensiva inefectiva. Las estadísticas revelan una crisis en el plato, que Hinch resumió con crudeza: "Bienvenidos a las Grandes Ligas".
El reto se agrava ante el lanzador abridor de Seattle, Logan Gilbert, conocido por sus 173 ponches en la temporada regular. El manager de los Marineros, Dan Wilson, advirtió: "Cuando domina su repertorio, hace fallar hasta a los mejores".
Incógnita en Seattle y Clima de Tensión
Mientras los Marineros se adaptaban al frío de Michigan con "ejercicios poco convencionales" para "hacer fluir energía", la gran incógnita en el bando visitante es la situación de Josh Naylor. El primera base, clave en la ofensiva, enfrenta un asunto personal no revelado. Wilson evitó confirmar si el jugador viajó, limitándose a señalar: "Sabremos más mañana".
La respuesta de los bateadores locales ante Gilbert definirá si Detroit logra extender su improbable sueño o si sucumbe ante la presión que creyó haber superado.
