Brasil sella su pase a Qatar 2026 con gol de Vinicius Jr.
Un gol de Vinicius Júnior le aseguró a Brasil un lugar en la Copa del Mundo de 2026 y desató una pronta celebración de Carlo Ancelotti, quien disputó su primer encuentro en casa como seleccionador nacional.
Un silencio expectante, una atmósfera cargada de tensión, eso era lo que se respiraba en el estadio de Sao Paulo. La afición brasileña, con la respiración contenida, esperaba el pitazo inicial del partido que definiría gran parte del futuro de la Seleção.
El encuentro, Brasil vs. Paraguay, comenzó con un desarrollo táctico y estratégico, un ajedrez futbolístico donde ambas selecciones se estudiaban con cautela. La intensidad, sí, estaba presente, pero la verdadera explosión llegaría más tarde. Fue en el minuto 78 cuando la magia apareció. Un pase preciso de Neymar, una conducción endiablada de Vinicius Júnior y un remate cruzado, inatajable para el portero paraguayo, rompieron el cero en el marcador.
El gol de Vinicius Júnior no solo significó el triunfo para Brasil, sino también un suspiro de alivio para la afición y el cuerpo técnico. La clasificación al Mundial de 2026 se acercaba cada vez más. La euforia fue inmensa, una ola de júbilo que inundó las gradas y se extendió hasta la banca, donde Carlo Ancelotti, en su debut como seleccionador en un partido oficial en casa, experimentó la intensidad del fútbol brasileño de primera mano.
Con este resultado, Brasil suma 25 puntos y se consolida en la cima de la tabla de las eliminatorias sudamericanas. La diferencia con el séptimo lugar, a falta de dos jornadas, es considerable; prácticamente tienen asegurado su boleto a la Copa del Mundo. El camino a Estados Unidos, Canadá y México en 2026 está casi totalmente allanado.
La alegría brasileña es compartida con Ecuador, que se acerca a la clasificación con paso firme gracias a este resultado. Los seis mejores equipos de la CONMEBOL obtendrán su pase al mundial de 48 equipos, un evento deportivo sin precedentes.
La victoria brasileña en Sao Paulo fue un canto a la perseverancia, a la pasión incondicional por el fútbol y a la capacidad de un país para superar adversidades y alcanzar sus objetivos. Un triunfo que quedará grabado para siempre en la historia del fútbol brasileño, y que será recordado con orgullo por generaciones de aficionados.