A los 38, Djokovic busca la gloria en las semifinales del US Open
El reloj no perdona, pero Novak Djokovic parece decidido a desafiar el paso del tiempo. A sus 38 años, el serbio avanza hacia las semifinales del US Open con una mezcla de veteranía y hambre de gloria que pocos pueden igualar
El US Open se vislumbra como un campo de batalla generacional. Mientras la leyenda serbia Novak Djokovic se abre paso con su habitual determinación, una nueva guardia, liderada por Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, acecha en el horizonte, lista para arrebatarle el cetro.
Con 24 Grand Slams en su haber, Djokovic, a sus 36 años, enfrenta una realidad ineludible: la juventud pisándole los talones. Alcaraz y Sinner, con un dominio aplastante en los últimos torneos, representan una amenaza real a su legado. Entre ambos jóvenes tenistas, se reparten 9 de las 12 victorias en torneos importantes de los últimos años. Las estadísticas son contundentes, pero la historia también lo es.
- El Ascenso de Alcaraz: A pesar de que Djokovic lidera el cara a cara 5-3 contra Alcaraz, el joven español llega al US Open con una racha arrolladora de 43 victorias y solo 2 derrotas desde abril.
- El Factor Lesión: La situación física de Djokovic no es la ideal. Su abandono en el Abierto de Australia por un desgarro y las molestias inguinales en Wimbledon son una sombra que se cierne sobre su participación.
- La Búsqueda de la Inmortalidad: Ningún hombre ha ganado un Grand Slam a los 38 años en la era abierta. Djokovic, a los 36 años, se enfrenta a un reto histórico contra el tiempo.
El encuentro entre Djokovic y Alcaraz se perfila como una batalla épica entre generaciones. La ambición de Alcaraz es clara: "Quiero la revancha", ha declarado, impulsado por su impecable camino en el torneo sin ceder un solo set. Djokovic, por su parte, se prepara con meticulosidad, tras un descanso post-Wimbledon que lo mantuvo alejado de las canchas: "Haré todo lo que esté en mis manos para estar en forma. Mucho correr, eso seguro".
Más allá de Alcaraz, Sinner espera en la siguiente instancia, habiendo derrotado a Djokovic en Roland Garros y Wimbledon este año. La posibilidad de una final Alcaraz-Sinner es latente, pero Djokovic no se lo va a poner fácil: "Sé que todos esperan esa final, pero intentaré frustrar sus planes", afirma con determinación. Su mensaje final deja claro su espíritu combativo: "No me presento a la cancha con bandera blanca".