Montse Tomé, destituida como seleccionadora femenina tras la plata europea
El panorama del fútbol femenino español vuelve a moverse con un cambio inesperado en su banquillo. Apenas dos semanas después de que la selección disputara la final de la Eurocopa 2025, la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido no renovar el contrato de Montse Tomé, quien se despide tras una etapa marcada por logros históricos y sombras institucionales
El cese de la seleccionadora española femenina, Jorge Vilda, ha generado una ola de especulación en los medios, pero la renuncia de su sucesora, Montse Tomé, ha dejado a muchos con la boca abierta. A pesar de un palmarés envidiable, la RFEF ha decidido prescindir de sus servicios, nombrando a Sonia Bermúdez y Iraia Iturregi como nuevas entrenadoras.
La decisión, según fuentes internas, responde a una reevaluación estratégica de la federación, buscando un cambio de rumbo con miras al futuro. Aunque el comunicado oficial agradece a Tomé su "trabajo, profesionalidad y dedicación", la realidad es más compleja. Mientras el éxito deportivo de Tomé es innegable,
- El triunfo en la primera Liga de Naciones Femenina en 2024.
- La subcampeona en la Eurocopa 2025.
- Su liderazgo tras la crisis Rubiales-Hermoso.
parece no haber sido suficiente para mantener su puesto.
La sombra del escándalo Rubiales-Hermoso sigue alargándose sobre la RFEF. A pesar de que Tomé logró recomponer la imagen del equipo y condujo a la selección a logros significativos, su permanencia estaba atada a la estabilidad institucional de una federación aún marcada por la polémica. Bermúdez, exjugadora con una larga y exitosa trayectoria internacional y experta en la formación de jóvenes talentos, representa un nuevo comienzo, una apuesta decidida por el futuro.
La composición de la junta directiva, con un 50% de mujeres, subraya la voluntad de la RFEF por dejar atrás la imagen de machismo estructural que le ha perseguido durante años. Sin embargo, la decisión de sustituir a una entrenadora con un registro tan positivo abre un debate sobre los criterios de valoración en el fútbol femenino. Se abre un nuevo capítulo en la historia de la selección española, uno lleno de incertidumbre y de la necesidad de una estabilidad que todavía parece lejana.
La llegada de Bermúdez y Iturregi marca un giro estratégico, pero deja una pregunta en el aire: ¿Será suficiente para calmar las aguas turbulentas del fútbol femenino español?