Celtics al borde del abismo tras la lesión de Tatum
El astro de los Celtics Jayson Tatum no estará lejos del Madison Square Garden cuando Boston enfrente una situación de vida o muerte contra los Knicks de Nueva York, con los campeones defensores intentando forzar un decisivo séptimo juego. Tatum fue dado dado de alta de un hospital de Nueva York tras someterse a una cirugía para reparar el tendón de Aquiles derecho roto que sufrió al final de la derrota de Boston por 121-113 ante los Knicks en el cuarto duelo de las semifinales de la Conferencia Este. El All-Star de 27 años tuvo la oportunidad de reunirse con sus compañeros de equipo el jueves en el hotel del equipo por primera vez desde que fue retirado de la cancha con la lesión que puso fin a su temporada. Según el equipo, fue sometido a una cirugía exitosa el martes y ha estado recuperándose en Nueva York. “Es una pena ver a alguien caer así cuando no lo merece”, comentó el escolta de los Celtics Sam Hauser a la prensa durante el entrenamiento del equipo el viernes por la mañana. “Pero él no querría más que nosotros sigamos ganando. Lo vimos ayer. Parece estar de buen ánimo. Definitivamente estamos pensando en él y tratando de conseguir algunas victorias para él”. Tatum enfrenta una recuperación de alrededor de nueve meses por su lesión. Cuando Kevin Durant se rompió el tendón de Aquiles durante las Finales de la NBA de 2019, terminó perdiéndose toda la temporada 2019-20. Aunque jugar por Tatum es la consigna para el equipo de cara al sexto partido, el escolta de los Celtics Payton Pritchard expresó que ver a su “hermano” fue un impulso emocional para todos. “No hablamos de baloncesto en absoluto. Eso ahora es más grande que el baloncesto”, manifestó Pritchard. “Es ver cómo está como persona, cómo está lidiando con las cosas. Lo que se refiere al baloncesto, sabremos manejarlo. Pero solo queremos saber cómo está como amigo”. Si los Celtics ganan el viernes por la noche, el séptimo partido sería el lunes por la noche en Boston. Boston busca convertirse en el 14to equipo en la historia de la NBA en remontar un déficit 3-1 para ganar una serie al mejor de siete.
En el TD Garden, la atmósfera era eléctrica, una mezcla de tensión y esperanza. El sexto partido de las semifinales de la Conferencia Este contra los Knicks estaba a punto de comenzar, pero la verdadera batalla se libraba lejos de la cancha.
La ausencia de Jayson Tatum, estrella de los Celtics, eclipsaba cualquier estrategia de juego. La cirugía en su tendón de Aquiles derecho, realizada tras una lesión sufrida en el cuarto partido, lo mantendrá alejado de las canchas por aproximadamente nueve meses. A pesar de la gravedad, la operación fue un éxito y Tatum se mostró de buen ánimo durante una visita de sus compañeros el jueves.
“Estamos jugando por él,” declaró Marcus Smart, base de los Celtics, a los medios. “Su espíritu luchador nos motiva. Sabemos que él querría que dejáramos todo en la cancha, sin importar el resultado. Esta serie ya es más que solo baloncesto; es sobre la familia y la lealtad.”
La lesión de Tatum recuerda inevitablemente la sufrida por Kevin Durant en 2019. Pero para los Celtics, la posibilidad de remontar el 3-1 en contra representa algo más grande que una simple victoria deportiva. Es una prueba de resiliencia, de unidad y de la fuerza del espíritu colectivo.
“Jayson es nuestro hermano,” añadió Grant Williams, ala-pívot del equipo. “Nos hemos apoyado mutuamente en los momentos buenos y en los malos. Ahora es nuestro turno de demostrarle que estamos con él.” La visita de apoyo a Tatum se convirtió en un momento conmovedor, un ritual de camaradería en momentos cruciales.
La victoria del sexto partido, un triunfo agónico y crucial, mantiene vivas las esperanzas de los Celtics de unirse al reducido grupo de equipos que han superado un 3-1 en las finales de la NBA. El séptimo partido, si es que llega a jugarse, estará marcado para siempre por la ausencia de Tatum y la fuerza que el equipo desplegó en su nombre. Un testimonio de la verdadera fuerza del espíritu de equipo.
Celtics remontan ante Knicks: White guía victoria 127-102