Ponchis escapa del Cereso de Hermosillo
El hombre de 37 años, identificado como uno de los líderes de Los Salazar, tenía un mes de haber sido capturado. Hechos oficiales aún no se comparten
Las autoridades de Sonora enfrentan una crisis de seguridad tras la confirmación de la fuga de Francisco Hernández Tenorio, alias "El Ponchis", un peligroso líder del cártel de Los Salazar. La noticia, inicialmente silenciada, se filtró a través de fuentes periodísticas y ha generado una ola de incertidumbre.
La fuga, ocurrida la noche del 5 de mayo del Cereso 1 de Hermosillo, se suma a una serie de incidentes que ponen en entredicho la seguridad de las instalaciones penitenciarias del estado. Aunque se habla de una posible complicidad interna, la Fiscalía General de Justicia del estado (FGJE) se mantiene en silencio, negándose a confirmar o desmentir las versiones que circulan.
El operativo que llevó a la captura de "El Ponchis" el pasado 26 de marzo, un esfuerzo conjunto de AMIC, FGJE, Sedena y Guardia Nacional, pareció un triunfo efímero. La recompensa de 50 mil pesos ofrecida por información que llevara a su aprehensión, ahora parece una burla ante la facilidad con la que recuperó su libertad.
Las versiones sobre su escape son contradictorias. Mientras algunas apuntan a una visita conyugal que se convirtió en una estratagema, otras hablan de una fuga planificada con la ayuda de personal penitenciario y una ambulancia. La falta de transparencia oficial alimenta la especulación y genera desconfianza en la población.
Hernández Tenorio, de 37 años, enfrenta cargos por delitos contra la salud y falsedad de declaraciones, pero también es investigado por múltiples homicidios ocurridos entre 2015 y 2021, además de otros crímenes. Su actividad criminal se extendía por una amplia zona de Sonora, incluyendo localidades estratégicas cercanas a la frontera con Estados Unidos.
La fuga de "El Ponchis" representa un duro golpe para la seguridad en Sonora y plantea serias interrogantes sobre la eficacia de las estrategias de seguridad del estado. La investigación del incidente, aún envuelta en misterio, deberá arrojar luz sobre la responsabilidad de las autoridades y el destino de uno de los criminales más buscados de la región. La población exige respuestas y una investigación exhaustiva para evitar futuras fugas y recuperar la confianza en las instituciones.
