Gim Nogales impulsa un presupuesto 2026 centrado en el bienestar social
Para el próximo año, el presidente municipal Juan Francisco Gim Nogales anunció una nueva ola de inversiones que buscan tocar la vida cotidiana de cada familia: más becas para jóvenes que estudian, obras que devuelven dignidad a los espacios públicos y una red de agua que no se quede atrás ante el crecimiento de la ciudad. “No se trata solo de gastar, se trata de cuidar lo que nos une”, dijo en una rueda de prensa en el Palacio Municipal.
Entre las prioridades más visibles está la remodelación completa del Centro de Bienestar Animal, un proyecto que ya tiene diseño y recursos asignados. “Aquí no solo se cuida a los perros y gatos, se cuida la sensibilidad de nuestra comunidad”, explicó. Junto a ello, se dará inicio a la rehabilitación integral de la estación de bomberos en Virreyes, tras recibir la autorización judicial que permitió reactivar los fondos bloqueados por años. “Ya no es solo una casa de máquinas. Será un centro de respuesta rápida, con equipo moderno y espacio para entrenamiento”.
La pavimentación no se detiene. En Héroes, estamos terminando el tramo de Rio Lerma para que los niños puedan ir a la escuela sin que se les rompan los zapatos. Y en la Prolongación Álvaro Obregón, seguimos presionando a la federación para que avancen con los carriles de sur a norte. No podemos seguir dependiendo de un solo acceso. Aquí, el tráfico no es solo un problema: es una cuestión de seguridad, de salud, de tiempo recuperado para las familias.
El alcalde también confirmó que las becas estudiantiles —que en 2025 superaron los 15 millones de pesos— tendrán un aumento significativo en 2026, con énfasis en estudiantes de preparatoria y carreras técnicas. “Si un joven de aquí puede estudiar sin tener que dejar la escuela por falta de recursos, eso es el verdadero desarrollo”, afirmó.
Pero no todo es luz. El proyecto Mariposa, que prometía traer agua desde el sur para seis colonias de la periferia, fue descartado tras los últimos estudios hidrológicos. “Nos dieron la noticia con claridad: no hay acuífero ahí. No hay agua. Así de simple”, dijo Gim Nogales, con la mirada seria pero sin perder el tono resuelto. “Entonces vamos más allá. Nos vamos al poniente. A la sierra. A donde sí hay vida subterránea. No vamos a dejar sin agua a nadie”.
Estamos trabajando en el acuiferito: tanques estratégicos en las zonas más alejadas, donde el agua llega con dificultad. No es la solución definitiva, pero es la que salva vidas ahora. Cada tanque que instalamos es un respiro para las madres que caminan kilómetros con garrafones, para los ancianos que no pueden cargar peso, para los niños que no deben perder clases por falta de agua. Eso es lo que importa: no esperar a que llegue la lluvia, sino construir la red que la sostenga.
La inversión en infraestructura no se limita a calles y agua. Se reforzarán las escalinatas en barrios de pendiente pronunciada, se ampliarán los espacios peatonales en los mercados populares y se renovarán los sistemas de drenaje en puntos críticos donde las lluvias de verano aún inundan casas. “No vamos a celebrar por lo que se construye, sino por lo que se recupera: el tiempo, la salud, la tranquilidad”, cerró el alcalde. “Aquí no se gobierna con anuncios. Se gobierna con lo que se deja en el suelo, en el agua, en la escuela, en la calle”.