Sheinbaum descarta intervención militar estadounidense en México
El tema ha estado flotando en el aire desde hace semanas, pero hoy recibió una respuesta contundente; la posibilidad de una intervención militar extranjera en suelo mexicano, sugerida por altos funcionarios estadounidenses, fue tajantemente descartada desde Palacio Nacional
La declaración de la directora de la DEA, Terry Cole, sobre la posibilidad de apoyar operaciones militares contra cárteles mexicanos en territorio nacional ha desatado una ola de protestas y generado un tenso enfrentamiento diplomático entre México y Estados Unidos.
El debate se intensificó luego de que Claudia Sheinbaum, presidenta de México, emitiera una contundente respuesta, afirmando la inquebrantable soberanía del país y descartando categóricamente cualquier intervención militar extranjera.
Los puntos clave que alimentan la controversia:
- La ambigüedad de la Casa Blanca ante la filtración de una orden secreta para evaluar la posibilidad de intervenciones militares contra los cárteles mexicanos.
- La creciente presión de sectores políticos estadounidenses, liderados por Donald Trump, que exigen una respuesta más contundente al tráfico de fentanilo, atribuyendo la responsabilidad directamente a los carteles mexicanos.
- La firme postura del gobierno mexicano, que se apoya en su creciente fuerza institucional y en la resistencia ciudadana expresada a través de las redes sociales, donde hashtags como #MéxicoNoSeRinde y #FueraIntervencionistas se han convertido en tendencia mundial.
Analistas políticos señalan que la respuesta de Sheinbaum marca un punto de inflexión en la relación bilateral, reflejando una mayor firmeza y determinación por parte del gobierno mexicano en defender su soberanía nacional. La presidenta recalcó que "la era de intervenciones unilaterales en México ha terminado", enfatizando el compromiso de su administración con la resolución pacífica de los conflictos.
Mientras tanto, la tensión sigue en aumento. Las declaraciones de Cole han sido interpretadas por muchos como una flagrante amenaza a la integridad territorial de México, reavivando temores históricos sobre la injerencia extranjera. El futuro de la cooperación entre ambos países en materia de seguridad pende de un hilo, a la espera de una respuesta definitiva de la Casa Blanca.
La opinión pública internacional observa con atención la evolución de la situación, el debate trasciende las fronteras y pone de manifiesto la complejidad de la lucha contra el narcotráfico en un contexto geopolítico cada vez más tenso.