Descubren 249 bolsas con restos humanos en Jalisco
En una zona que parecía olvidada entre cerros y caminos de terracería, el predio conocido como Las Agujas, en la colonia La Higuera, guardaba un secreto macabro. Lo que inició como una denuncia anónima se convirtió en una de las exhumaciones más complejas de los últimos años en Jalisco; dos retroexcavadoras removieron toneladas de tierra bajo la supervisión de expertos, mientras vecinos observaban a distancia, entre murmullos y miradas de incredulidad
Un silencio sepulcral envuelve el predio donde fueron encontradas 249 bolsas con restos humanos. Cada una, un fragmento de una tragedia que conmociona al estado. 54 víctimas, según estimaciones preliminares, podrían estar representadas en este macabro hallazgo. "Es como armar un rompecabezas con piezas incompletas y desgastadas por el tiempo", confesó Axel Rivera, director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, describiendo la complejidad de la tarea de identificación.
La magnitud del desafío es abrumadora:
- El avanzado estado de descomposición de los restos dificulta enormemente su análisis.
- La presencia de al menos tres tipos de hongos, detectados en los tejidos, complica aún más el proceso de identificación.
- La falta de un patrón en el almacenamiento de las bolsas sugiere la posibilidad de múltiples eventos de depósito en el lugar.
La colaboración entre la Comisión Nacional de Búsqueda y su contraparte estatal es crucial para cotejar los pocos perfiles genéticos obtenidos con las denuncias de desapariciones. Sin embargo, la incertidumbre persiste. En las calles cercanas al predio, el miedo se palpa en el aire. Murmullos sobre camionetas sin placas que frecuentaban el lugar por las noches, y silencios cómplices, dibujan un panorama desolador. El peso de la ignorancia y el dolor se cierne sobre las familias que esperan respuestas, mientras la investigación avanza con lentitud y penosa incertidumbre.
El misterio persiste, y cada bolsa recuperada amplía el espectro de interrogantes sin respuesta. Lo único cierto es que tras cada número, hay una historia de vida truncada, y el eco del silencio que cubre la verdad solo se rompe con el dolor incesante de los que buscan respuestas en el vacío.