Sismos remecen seis estados de México

La madrugada de este martes, la tierra volvió a moverse en México. Aunque sin consecuencias graves, el Servicio Sismológico Nacional reportó una serie de movimientos telúricos que mantuvieron activas las alarmas en varias regiones del país; los datos preliminares revelan que estos eventos, aunque frecuentes en ciertas zonas, no pasaron desapercibidos para los habitantes de los estados afectados

Sismos remecen seis estados de México

Un enjambre sísmico sorprendió a México esta mañana, con una serie de movimientos telúricos que sacudieron diferentes regiones del país. Desde Baja California Sur hasta Chiapas, pasando por Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Coahuila, la tierra se mostró activa.

El epicentro del temblor más significativo se localizó a 111 km al este de San José del Cabo, Baja California Sur, alcanzando una magnitud de 4.1 grados a las 03:06 horas. Su profundidad de apenas 10 km lo hizo perceptible en la zona, a pesar de su moderada intensidad.

Michoacán, conocido por su actividad sísmica, registró una serie de temblores menores, con magnitudes entre 2.2 y 3.2 grados, a profundidades que oscilaron entre 12 y 19 km, concentrándose cerca de Peribán y sus alrededores.

Oaxaca y Guerrero, regiones acostumbradas a la actividad sísmica, también reportaron movimientos telúricos de hasta 3.8 grados, con epicentros dispersos entre Río Grande, Pinotepa Nacional, San Marcos y Coyuca de Benítez. "Uno se acostumbra, pero siempre te da un susto", comentó una residente de Pinotepa Nacional.

Chiapas registró un sismo de 4.0 grados cerca de Cintalapa, junto a otros temblores menores en Mapastepec y Ciudad Hidalgo. Sorprendentemente, incluso Coahuila, un estado inusualmente tranquilo en cuanto a sismicidad, experimentó un temblor de 4.0 grados al noroeste de San Buenaventura.

A lo largo de la mañana, se registraron réplicas y nuevos eventos en Baja California (cerca de San Felipe) y Jalisco (al sur de El Grullo). Esta actividad sísmica diversa pone de manifiesto la compleja interacción de las cinco placas tectónicas que convergen bajo el territorio mexicano: Caribe, Norteamérica, Pacífico, Rivera y Cocos.

Si bien ninguno de estos eventos activó la alerta sísmica ni provocó daños significativos, la sucesión de temblores sirve como un contundente recordatorio de la importancia de la preparación y la prevención ante la constante actividad geológica del país. La población mexicana, acostumbrada a convivir con estos fenómenos naturales, mantiene una actitud de cautela y resiliencia ante los caprichos de la tierra.