Asesinatos de candidatos: México en medio de una ola de violencia política

La semana pasada en México estuvo marcada por una ola de hechos que han generado conmoción; no sólo se trata de eventos aislados, sino de una tendencia preocupante que exige una reflexión profunda

Asesinatos de candidatos: México en medio de una ola de violencia política

La ola de violencia política en México cobra nuevas víctimas, dejando al descubierto la preocupante permeabilidad del crimen organizado en el proceso electoral. El asesinato del exdiputado priista Luis Armando Córdova Díaz en Zapopan, Jalisco, el pasado 13 de mayo, es solo la punta del iceberg de una problemática que amenaza la democracia del país. Córdova Díaz, secretario de Alianzas Políticas y Agenda Ciudadana del PRI en Jalisco, fue acribillado a balazos mientras se encontraba en una cafetería. El fiscal estatal, Salvador González, informó que las cámaras de seguridad captaron a dos agresores que huyeron en motocicleta. Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, denunció este crimen como un reflejo de la alarmante violencia e impunidad que prevalece en México.

Este lamentable hecho se suma a una lista creciente de asesinatos de figuras políticas en diferentes estados. En Actopan, Veracruz, fueron ultimados Esteban Alfonseca Salazar, exalcalde, y Edmundo Martínez Pérez, exregidor, ambos tras participar en un mitin político. Alfonseca, quien anteriormente militó en el PRI y fue candidato de Fuerza por México, gozaba de gran reconocimiento en su comunidad. La violencia también alcanzó a Yesenia Lara Gutiérrez, candidata de Morena a la presidencia municipal de Texistepec, Veracruz, quien perdió la vida junto a otras cuatro personas en un ataque armado contra su caravana, dejando además tres heridos.

En Oaxaca, el asesinato de Gerardo Leobardo Santos López, exalcalde y excandidato del PRD en Santa María Ipalapa, ocurrido el 11 de mayo, conmocionó a la población. La gravedad de estos sucesos ha sido catalogada por analistas como un ataque frontal a la democracia.

Expertos como Lisa Sánchez, directora ejecutiva de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), señalan la creciente influencia del crimen organizado en la política, utilizando la intimidación, el soborno y el asesinato para manipular las elecciones. “El crimen organizado se inmiscuye en el proceso electoral, colocando o eliminando candidatos… la ciudadanía termina votando por candidatos previamente seleccionados por los grupos criminales,” advierte Sánchez. Esta situación, según Armando Vargas, coordinador del Programa de Seguridad de México Evalúa, genera desconfianza ciudadana y una grave afectación en la participación electoral, particularmente en estados como Veracruz.

De acuerdo con datos de Integralia, en el primer trimestre del año se registraron 50 homicidios de políticos en México, siendo Guerrero y Morelos las entidades con mayor número de casos. La alianza conformada por Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo presenta el mayor número de incidentes reportados. Esta alarmante realidad exige una profunda revisión de las medidas de protección para candidatos y una reforma política que fortalezca las instituciones locales y garantice la seguridad de quienes participan en la vida democrática del país.

La creciente violencia política en México no solo amenaza la vida de los políticos, sino que socava la confianza de la ciudadanía en las instituciones y el futuro de la democracia mexicana. Urge la implementación de estrategias integrales para combatir esta problemática y garantizar elecciones libres y justas.