Nueve muertos y once heridos tras explosión en aeropuerto de Louisville

Un vuelo de carga, parte de la ruta Norteamérica-Hawaii, culminó en un desastre a las 5:15 p.m., generando un incendio masivo que arrastró cerca de 38,000 galones de combustible y se propagó como una "ola ardiente" en las inmediaciones.

Nueve muertos y once heridos tras explosión en aeropuerto de Louisville

El avión implicado, un MD-11 de 34 años de antigüedad cuya operadora no se menciona directamente pero es objeto de la investigación del NTSB (Junta Nacional de Seguridad del Transporte), se vio envuelto en un fuego que, según la FAA (Administración Federal de Aviación), fue rápido y potente debido a la gran cantidad de combustible. Empleados de UPS y equipos de emergencia, incluidos bomberos de SDF, trabajaron en la zona de intervención por más de seis horas tras la explosión. Testimonios vecinales confirmaron la magnitud del fuego, visible a casi un kilómetro de distancia.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, ha emitido una alerta pública y anticipa que el número de víctimas podría aumentar. El ayuntamiento de Louisville ha cerrado temporalmente el aeropuerto y ha establecido una "zona de alerta". El alcalde Craig Greenberg ha señalado que las cuatro víctimas confirmadas inicialmente no se encontraban a bordo del avión, lo que subraya la gravedad de la tragedia en tierra.

El impacto del siniestro se extiende al sector económico e industrial, afectando la agricultura, el suministro de combustible y la alimentación en la zona, y poniendo al descubierto el sitio de vertidos de residuos cercano. Las empresas de energía y gas de la ciudad aislaron parte de su infraestructura para prevenir riesgos mayores.

Una de las afirmaciones clave del operador, sujeta a verificación gubernamental, es la ausencia de materiales peligrosos en la carga del vuelo. La preocupación de las autoridades se centra en la posible destrucción de vida para diversos grupos que pudieron haber quedado atrapados en la zona afectada. Las operaciones de la oficina de entrega de equipos de UPS cesaron tras el incidente.

En las proximidades, la desactivación de la vialidad durante la noche interrumpió el suministro eléctrico para 290 clientes y afectó a más de 90 clientes de gas y energía.

La investigación del NTSB buscará esclarecer la causa del incidente, enfocándose en la movilización de recursos ante riesgos e instalaciones en la zona, mientras la comunidad espera un aumento en el número de personas desaparecidas.