Vuelos secretos de deportación: EEUU oculta sus operaciones con códigos falsos y registros bloqueados
En las sombras de los aeropuertos estadounidenses, un patrón inquietante se repite: aviones que despegan sin dejar rastro en los sistemas de seguimiento público; lo que antes era información accesible ahora se esconde tras códigos falsos y registros bloqueados, según denuncian organizaciones proinmigrantes
La opacidad que rodea las deportaciones masivas en Estados Unidos ha alcanzado niveles alarmantes. Un velo de secretismo cubre los vuelos de deportación del ICE, dejando a activistas y organizaciones de derechos humanos luchando por obtener información crucial sobre estas operaciones. El aumento exponencial de vuelos de deportación, revela una realidad inquietante.
- GlobalX, Eastern Air Express y Avelo Airlines son las aerolíneas que concentran el 80% de los vuelos de deportación.
- El incremento en los vuelos de deportación es alarmante: se registraron 5,962 vuelos entre enero y julio de 2025, un incremento del 41% respecto al mismo periodo del año anterior.
- El programa LADD de la FAA permite ocultar la información de los vuelos de deportación, haciendo que aparezcan como "N/A" en plataformas como FlightRadar24, dificultando el seguimiento de estas operaciones.
En Seattle, activistas utilizan cámaras instaladas por el gobierno local para grabar a los deportados siendo subidos esposados a los aviones. Estas imágenes, transmitidas en vivo, muestran una cruda realidad que contrasta con la falta de transparencia oficial. La iniciativa ciudadana se ha convertido en una fuente fundamental de información sobre la realidad de estas deportaciones.
Dentro del Departamento de Seguridad Nacional, se debate una propuesta que podría intensificar aún más la situación: la adquisición de una flota de 30 aviones propios por parte de ICE. De acuerdo con filtraciones a NBC, esta medida duplicaría las deportaciones mensuales (actualmente alrededor de 15,000) y costaría entre $2,400 y $12,000 millones, incluyendo costos de pilotos y mantenimiento. Esta decisión podría profundizar la crisis humanitaria actual.
El proyecto ICE Flight Monitor, heredado por Human Rights First, se ha convertido en un baluarte fundamental en la lucha por la transparencia. Uzra Zeya, directora de la organización, lo describe como "un contrapeso necesario ante la opacidad gubernamental". Sin embargo, la persistencia del secretismo en torno a estas operaciones deja claro que la batalla por la transparencia y la rendición de cuentas apenas comienza, y que las luchas por los derechos humanos se enfrentan a un desafío aún mayor.